San Isidro de Pocosol (San Carlos). “Eran pasadas las 10 de la noche cuando oigo unos gritos. Me levanté, abrí la puerta y veo a mi hija, semidesnuda, llorando y me dice: ‘Mami, ocupo que llame a la Policía, Denis me advirtió que si me iba, me buscaría y me mataría...’”.
Juana Alemán Reyes, de 51 años, describió así el momento de angustia que vivieron, el viernes, ella y sus otras siete hijas, cuando Cristina Alemán Reyes, de 22 años (la hija mayor), llegó a buscarla para pedirle ayuda, tras sufrir cuatro horas de agresiones a manos de su compañero, quien estaba ebrio.
Cristina llevaba en brazos a su hijo de ocho meses, quien no paraba de llorar, aunque no presentaba ninguna lesión, según comentó Juana Alemán.
Esta familia habita en San Isidro de Pocosol, San Carlos, lugar que se ubica a dos kilómetros de la frontera con Nicaragua y 102 kilómetros al norte de Ciudad Quesada.
Odisea. Cristina Alemán y Denis Serrano, de 30 años, mantienen una relación sentimental desde hace tres años.
La pareja vivía en un cuarto, al lado de la casa de Juana Alemán, pero el jueves de la semana anterior iniciaron la construcción de su nuevo hogar, a unos 500 metros de distancia.
Se trata de una casa hecha con palos, de una sola pieza de cuatro metros cuadrados, con techo de cinc, paredes de plásticos negros y piso de tierra.
La pareja se pasó el viernes en la tarde, momento en que Serrano comenzó a ingerir licor.
Juana Alemán dijo que su hija le comentó que el hombre se puso muy violento, le dio varios puñetazos en el rostro, uno de los cuales le causó una lesión en el ojo izquierdo, y le quemó la ropa. También abusó sexualmente de ella e incluso la amarró junto con el bebé a un tabanco y los roció con canfín. “La intención de él era quemarlos”, dijo Juana Alemán.
La mujer narró que ella no sabía que su hija y el compañero tuvieran problemas, aunque durante el tiempo de convivencia, se habían separado dos veces.
Cristina Alemán y su hija fueron sacados del lugar por la Policía y ahora están en el programa de protección de víctimas y testigos. Denis Serrano huyó hacia Nicaragua, pero Juana Alemán espera que lo detengan, porque teme que de repente llegue a su casa y se desquite con ella.