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Encadenados las 24 horas del día, con agua sucia, comida putrefacta, desnutridos por los parásitos que tienen e incluso uno con la columna quebrada.
En esas condiciones se encontraban 23 perros que fueron decomisados por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) a un sujeto identificado como Antonio Ureña, de 60 años, quien “acumulaba” animales en un potrero donde vive, en Linda Vista de Río Azul, en La Unión de Cartago.
La intervención se realizó este lunes, a eso de las 10:30 a. m., con la colaboración de policías de la Fuerza Pública. Ureña reside en un galerón viejo de madera, donde mantenía a cuatro de los perros. Alrededor estaban los otros animales.
El director metropolitano de Senasa, Allan Sánchez, comentó que el caso se investiga desde hace un mes, a raíz de una denuncia anónima. “Son animales que nunca eran liberados, vivían amarrados a un palo, incluso nos costó quitarles las cadenas y el mismo señor dijo que nunca los soltaba”, detalló.
El funcionario explicó que se conoce como acumulador a aquella persona que apenas ve a algún animal en la calle, inevitablemente se lo lleva a su casa con el fin de darle un hogar. Otras veces, la gente le entrega los animales porque creen que les brindará buenos cuidados.
“Los acumuladores de perros tienen un problema psicológico, porque ellos no se dan cuenta del daño que hacen”, manifestó Sánchez.
Aseveró que los perros callejeros están en mejores condiciones. “El 90% de perros callejeros tiene dónde quedarse y dónde recibir comida”, afirmó.
Enfatizó en que la preocupación son los acumuladores.
En el caso de Ureña, él tiene 15 años de vivir en Río Azul y desde hace 30 se dedica a recoger los perros, según contó a La Nación .
“Esos perros son de la calle, viven enfermos y yo los junto. Yo soy amante de los animales, aunque usted no lo crea. Puede que lo que yo haga, para mí está bien, pero para los demás no”, comentó.
Atención. Los perros que se le quitaron recibirán tratamiento para enfermedades y se analizará su comportamiento, para luego ponerlos en adopción. El único que presenta pocas probabilidades de sobrevivir es el cachorro que tiene la columna quebrada.
En cuanto a Ureña, se buscará para él ayuda social y psicológica, según la coordinadora de Bienestar Animal del Ministerio de la Presidencia, Elena Quesada.
En nuestro país existe una iniciativa de ley para penalizar el maltrato animal.
El proyecto está varado en la Asamblea Legislativa, a pesar que, desde su campaña política, fue calificada como una prioridad por el ahora presidente, Luis Guillermo Solís.
Marcela Guerrero, diputada del Partido Acción Ciudadana (PAC) y una de las promotoras de esa reforma, señaló que al proyecto se le están haciendo ajustes mediante mociones en la Comisión de Ambiente del Congreso.
Para enero, se espera llegar a un acuerdo, agregó Guerrero.
