Cuando cae la noche en zonas peligrosas y lugares solitarios de San José, los habitantes la de calle buscan refugio.
Algunos encuentran algún lote baldío o una casa abandonada para dormir; otros se las ingenian para hacerlo en lugares inimaginables, como una alcantarilla.
Esto quedó evidenciado en un video compartido en las redes sociales por Marcelo Solano, jefe de la Policía Municipal de San José,.
Las imágenes muestra a dos hombres que viven en alcantarillas y para evitar ser vistos o impedir que el agua entre en su refugio, colocan plástico encima de las tapas.
Según dijo Solano, es común que habitantes de la calle duerman en lugares abandonados o búnkeres, especialmente si son consumidores de drogas. Sin embargo, recientemente se encontraron personas durmiendo en la red pluvial.
En estos lugares, “los habitantes de la calle están expuestos a roedores, al agravamiento de cualquier enfermedad, a infecciones o contagios.
“Estas alcantarillas, en caso de una lluvia torrencial, de esas que a veces ocurren de manera sorpresiva, podrían comprometer la vida de la persona”, explicó Solano.
De acuerdo con datos proporcionados por el funcionario, en todo el país hay alrededor de 6.000 personas en situación de calle, y la mitad de ellas está en San José.
“Un 85% de estas personas tienen una adicción a drogas o alcohol”, aseguró Solano.
Un censo reciente realizado por la Policía Municipal de San José halló a 800 personas dormidas en la calle al amanecer. Sin embargo, durante el día se contabilizan al menos 2.000 personas, lo que sugiere que muchas solo salen durante el día y posiblemente pasan la noche en lugares como albergues, iglesias, organizaciones o, incluso, las márgenes de ríos.
En San José, los lugares donde más se ven habitantes de calle son algunos mercados y zonas cercanas a hospitales y parques. También hay una fuerte presencia en las avenidas 5, 20 y cerca del antiguo cine Líbano.
La Nación consultó al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) por la cifra de personas que en el país viven en la calle y por los albergues inscritos al servicio de estas personas, pero no se obtuvo respuesta al cierre de edición.
Marcelo Solano explicó que el motivo de publicar el video en las redes sociales fue sensibilizar a los internautas y mostrar la difícil situación que enfrentan los habitantes la de calle cada día.
Según dijo el funcionario, la Municipalidad de San José trabaja en una nueva estrategia para atender esta problemática. Mencionó el compromiso de la Municipalidad por liderar las acciones y reconoció que la principal afectación está en la capital.
“La ciudad como generadora de riqueza y la Municipalidad como administradora de los espacios públicos se ven en la imperiosa necesidad de hacer un llamado a las instituciones para una alianza”, dijo.
Solano recordó que la Municipalidad de San José tiene un centro dormitorio con capacidad para 102 personas y aseguró que las nuevas autoridades encargaron a la vicealcaldesa, Yariela Quirós, liderar las acciones sociales, principalmente para explorar el fortalecimiento de organizaciones que trabajan con habitantes de la calle y que necesitan más apoyo y recursos para intervenir.
Una de estas organizaciones es Chepe se Baña, que cumplió siete años. No obstante, según su fundador, Mauricio Villalobos, la nueva administración de la Municipalidad de San José aún no se ha puesto en contacto con él para trabajar en conjunto.
Este medio intentó contactarse con la vicealcaldesa de San José desde el miércoles 26 de junio para conocer las nuevas propuestas de intervención; no obstante, al cierre de edición, su encargada de comunicación respondió que “por agenda” se les imposibilitó responder.
Afectación a visitación y comercios
Marcelo Solano explicó que la razón por la que hay más habitantes de la calle en San José que en otras partes del país es porque llegan en bus desde las afueras.
En la ciudad, estas personas se topan con la realidad de que dueños y vendedores de comercios no están de acuerdo con su presencia.
“Hay mucha gente que de verdad está en la calle porque le ha ido mal en la vida, pero hay otras personas que se aprovechan de esa condición para andar haciendo daño, porque consumen drogas y no aceptan ayuda”, comentó un comerciante cerca de la estación del ferrocarril al Pacífico, en San José y quien prefirió mantener su identidad en anonimato.
El comerciante aseguró que en numerosas ocasiones ha tenido que llamar a la Policía para que retiren a los habitantes de la calle que se quedan dormidos en la entrada de su negocio. Después debe lavar muy bien la acera, porque queda con un fuerte olor.
Una mujer que tiene una soda cerca de la misma zona comentó que muchos habitantes de la calle llegan a su negocio a pedir ayuda y que si ella no se las da, la agreden verbalmente.
Esta comerciante no reveló su identidad porque, según dijo, cuando otros comerciantes se quejaron de los habitantes de la calle, sufrieron represalias, como asaltos o daños a sus negocios.
“Si hay muchos indigentes aquí, la gente no viene. Se enojan porque quieren que uno les preste el baño y, si uno no se los da, le dicen a uno un montón de cosas. A los clientes también les da miedo que los asalten”, comentó.
La mujer añadió que muy pocas veces se ven oficiales de policía por la zona y que la numerosa presencia de habitantes de la calle contribuye a que las personas tengan miedo de ir a San José y, por lo tanto, a los comercios.
Población dinámica
De acuerdo con Mauricio Villalobos, una de las principales características de los habitantes de la calle es su “dinamismo”, ya que es común que no se queden en un mismo lugar.
Destacó que con la pandemia, la disolución de cuarterías y la ola de migrantes registrada en los últimos años, la cantidad de habitantes de la calle aumentó.
“Nosotros llegamos a un parque de la capital y fácilmente en una mañana atendemos a 150 personas. En el parque de la Merced hemos atendido en un día a 600 personas. En el Parque Nacional, a 250″, aseguró.
Para Villalobos, Chepe se Baña es su esfuerzo más visible, pero mencionó que toda su vida ha trabajado en pro de la comunidad.
“Empezamos con temas sociosanitarios. Ahora tenemos una escuela de arte y oficio, donde aprenden barbería y costura. También tenemos programas médicos como Calle Salud”, comentó.
De acuerdo con el activista, es urgente crear “un plan país que dé respuesta a los habitantes de la calle”.
Villalobos cree que este plan debe construirse desde las calles y no desde un escritorio; es decir, a través de una escucha activa a estas personas y desde su realidad y necesidades.
“Tiene que ser un plan maestro, basado en el punto de vista humano, temas de salud, temas integrales, apoyado por la empresa privada y, por supuesto, gobiernos locales”, mencionó.
Según Villalobos, si esto se trabaja, es posible encontrar a personas que no quieran dejar las calles. “Habrá que acompañarlos desde ahí, con programas diseñados especialmente para ellos”, comentó.
El fundador de Chepe se Baña añadió que espera contar con el apoyo de la Municipalidad de San José para implementar un programa dirigido a los habitantes de la calle que son adultos mayores, un grupo etario aún más susceptible a los riesgos de vivir a la intemperie.
“Hay adultos mayores que metemos en programas y se salen, porque llevan tal vez 40 años de vivir en las calles, entonces no aguantan. Hay que darles un trato especial. Ojalá (este proyecto) sea con la Municipalidad y la empresa privada. Nosotros no tenemos recursos para esto, pero con apoyo tal vez lo logremos”, dijo.
De acuerdo con Solano y con Villalobos, son muchos los factores que llevan a una persona a vivir en la calle; sin embargo, principalmente se debe a extrema pobreza, adicciones a las drogas, enfermedades mentales y abandono familiar.
Según Solano, en promedio, el habitante de la calle es hombre, en edad reproductiva y costarricense.
Colaboró en este reportaje el fotógrafo Rafael Pacheco.