Durante los últimos cuatro meses, el Servicio Nacional de Guardacostas ha retirado 3.600 metros de trasmallos de aguas del mar Caribe.
Inclusive, ha liberado tiburones martillo y ejemplares de otras especies como el pez bolillo que aún estaban vivos y quedaron atrapados en los artefactos.
Dichas redes amenazan la biodiversidad marino costera en diversos sectores del océano, así como en desembocaduras de ríos y canales de la parte central de Limón.
En muchos casos, los trasmallos son colocados en áreas protegidas, lo cual está prohibido, resaltó en un comunicado el Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
“Además, tienen medidas no permitidas, pues atrapan peces y otros animales que se encuentran en etapas juveniles y por lo tanto no tienen el tamaño suficiente para ser explotados comercialmente”, agregó la cartera.
De acuerdo con Guardacostas, los operativos para detectar y destruir estas redes son efectuados las 24 horas del día.
Sin embargo, muchos de los trasmallos son colocados en horas de la noche, por lo cual los policías deben redoblar esfuerzos tanto para prevenir que los pongan en el agua, como para detectar los que ya han sido instalados.
Este tipo de redes impiden el ciclo de reproducción de diversas especies, ya que les dificultan nadar hasta los sitios de desove.
Asimismo, al estar colocadas en bocanas o desembocaduras de ríos y canales, constituyen un grave riesgo para la navegación en la zona, por cuanto las propelas de las lanchas podrían enredarse con ellas.