Pese a que pueden provocar un incendio como el que sucedió el pasado 1.° de enero en Goicoechea cuando se quemaron en su totalidad dos viviendas, los llamados globos del deseo se venden sin ningún tipo de restricción en el país.
Su costo en el mercado costarricense es de ¢1.500 cada uno.
Esos artefactos –fabricados de papel y que vuelan porque llevan un trozo de parafina encendida que dura 15 minutos en quemarse– son considerados por el Cuerpo de Bomberos y el Ministerio de Salud, como un riesgo, pues pueden causar un incendio en cualquier lugar.
Debido a que cualquier persona los puede comprar y lanzar libremente, tanto Salud como los Bomberos, analizan la posibilidad de prohibir el uso de esos globos luminosos en el país.
María Elena López, ministra de Salud, afirmó que la idea inicial es publicar un decreto para prohibir la importación.
“Creo que no es necesario emitir una ley, pero, por el momento, estamos en la búsqueda de documentación para fundamentar la medida. Creo que sí se pueden prohibir por el peligro para la salud pública”, afirmó.
Héctor Chaves León, director de los Bomberos, manifestó que esos globos están señalados como causantes de incendios, tanto estructurales como forestales; de ahí el interés para suprimir la venta en comercios.
“El mecanismo es prohibir la importación. En esto creo que los encargados son los ministerios de Salud y el de Economía”, consideró.
Francisco Llobet, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica, consultado sobre la posibilidad de que sea prohibida la venta del artículo, manifestó que preferiría no opinar.
“Hicimos una consulta y no hay claridad sobre el tema en este momento. Cuando haya más información al respecto y un planteamiento concreto podría expresar opinión”, agregó.
Fundamentos. El Cuerpo de Bomberos, que desde el año pasado recaba información sobre los globos del deseo, informó de que en ciudades de Chile, Argentina y Colombia, prohibieron la venta luego de verificarse que provocaron varios incendios.
Los globos del deseo se popularizaron en el país en bodas en las costas y, en el fin de año, el uso se extendió a todo el país, según dijeron los Bomberos con datos recabados en todas las estaciones.
Los artefactos, que son muy atractivos, pues en lugares con viento calmo (menos de 8 km/h) se elevan al aire libre durante la noche y pueden alcanzar los 1.000 metros de altura. Cuando se quema toda la parafina (tarda 15 minutos) caen a tierra.
“El problema es que cuando usted lo libera se pierde el control. No hay forma de determinar adónde va a ir a caer.
“Este país tiene un clima atípico. Usted puede tener esa condición ideal de 8 km/h, pero en cualquier momento se viene una ráfaga y arrastra el globo y lo puede estrellar contra edificios, árboles, tendido eléctrico”, dijo el director de los Bomberos.
Héctor Chaves afirmó que en el caso de Goicoechea se verificó por el relato de testigos que fue un globo el causante del fuego.
“El problema es que puede caer sobre una lámina plástica; entonces, se genera el incendio y esa lámina es consumida. No queda evidencia del globo pues son hechos de papel”, explicó.
Luego del incidente del 1° de enero, otra vecina de Goicoechea entregó a los bomberos los restos de otro globo que dijo cayó encendido en el patio de la casa y ellos se encargaron de apagarlo.
Chaves advirtió que la decisión para prohibir el uso de los globos debe tomarse pronto porque las estadísticas para atender incendios (tanto en estructuras como forestales) pasaron este de año de 60 a 260 salidas por día.