![Los temblores sentidos como más fuertes en noviembre se originaron en la costa Pacífica de Nicaragua, donde no se han agudizado los sismos desde el 2020. Imagen: RSN.](https://www.nacion.com/resizer/v2/RSBZUULSLJCUJMUG3DYD3TLTCE.png?smart=true&auth=c0104aebe1a55bb90f2bee46b85bdda678ebafc61436963b87b4a9674c8ee8a7&width=284&height=269)
Dos temblores de magnitud 6,2 destacan entre los 15 sismos que sintió la población en noviembre. El primero ocurrió la noche del lunes 8 y tuvo el epicentro 107 kilómetros al oeste de San Juan del Sur, Nicaragua, mientras que el segundo ocurrió la madrugada del día siguiente, cerca de esa misma zona. Aunque su origen estuvo en el mar de Nicaragua, ambos fueron percibidos en gran parte de nuestro país.
El informe mensual de la Red Sismológica Nacional (RSN), dice que se sintieron especialmente en las provincias de Guanacaste, San José, Cartago, Heredia y Alajuela, con intensidades moderadas, lo mismo informó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), con leves variaciones en cuanto a la ubicación y magnitud.
Además de esa sismicidad, hubo 26 temblores asociados con el proceso de subducción en la zona interplacas, al este de la península de Santa Elena, donde se registraron en noviembre 26 eventos con magnitudes de entre 3,4 y 6,2. La RSN contabilizó un total de 308 temblores, 43 menos que en octubre.
Para Ivonne Arroyo, científica de la RSN, otro temblor de magnitud 5,2 sentido este sábado 5 de diciembre es una réplica de la sismicidad en esa zona limítrofe. El temblor ocurrió a las 6:47 p. m., unos 70 km al oeste de San Juan del Sur, Nicaragua y fue sentido en Guanacaste. Desde el 2020 han sido más recurrente los movimientos telúricos en esa región, incluso en abril pasado hubo seis temblores con magnitudes entre 3,6 y 5,3.
Trincheras cercanas, pero diferentes
Marino Protti, sismólogo del Ovsicori, explicó que el proceso de subducción en el Pacífico de Nicaragua es muy diferente en relación con el que tenemos en Nicoya y en Osa. Lo anterior porque en Nicaragua el área de contacto no es tan ancha en la trinchera donde la placa del Coco se subduce bajo la Caribe. Los sismos allá son más lentos y menos fuertes, sin embargo, “las rupturas lentas son generadoras de sunamis”, afirmó.
Por lo anterior, los temblores que hemos sentido en los últimos meses con origen en la costa nicaragüense, en caso de superar la magnitud registrada hasta ahora, son propensos a generar sunamis como el que golpeó a esa nación el 1.° de setiembre de 1992 y dejó unos 170 muertos y gran cantidad de desaparecidos, con olas de hasta 10 metros que arrasaron pueblos de pescadores en el vecino país. Esa vez, incluso aumentó el oleaje en bahía Salinas, la costa de Santa Elena y otros puntos cercanos de Guanacaste, sin que se reportara daño alguno en nuestro país.
“Esos temblores frente a la costa de San Juan del Sur no se sienten fuertes en Nicaragua, pero pueden generar sunamis importantes. Cuando hay sismos fuertes en Nicaragua, la zona de subducción se hunde, contrario al Pacífico de nuestro país, donde más bien se levanta. Los sunamis llegan a una costa que se hunde y tienen aún más impacto”, afirmó Protti.
Otra diferencia importante es que los sismos profundos (más propensos a generar sunamis) en Nicaragua ocurren costa afuera, es decir, bajo el mar, mientras que en nuestro país suceden en la parte continental. El científico añadió que cuando la ruptura tiende a ser más lenta, se propaga hasta la trinchera y deforma el fondo oceánico en aguas profundas, lo que hace más propensa la formación de un sunami.