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Se estima que la cantidad de vehículos decomisados aumentó un 40% producto de los operativos sanitarios tras la pandemia de covid-19. Así luce el depósito del Cosevi, en La Guácima, Alajuela. Foto: John Durán (JOHN DURAN)
La cantidad de vehículos que se acumulaban en patios y delegaciones del Tránsito ya era crítica antes de la pandemia por el nuevo coronavirus. Pero ahora, con la nueva restricción sanitaria, los terrenos colapsaron.
Roy Cervantes, jefe del Departamento Depósito de Vehículos Detenidos de la Policía de Tránsito, confirmó que desde que se implementó la restricción nocturna, el 23 de marzo pasado, y se endurecieron los controles diurnos, la situación se volvió insostenible.
Según explicó, en ese periodo, la cantidad de autos y motos decomisadas pudo haber crecido, aproximadamente, en un 40% con respecto a lo que ya estaba en los depósitos. Eso significa que si al 16 de marzo había casi 49.000 vehículos, en la actualidad habría cerca de 68.600 unidades.
El dato exacto estará disponible a mediados de mayo, puesto que este despacho hace informes bimensuales.
Sin embargo, desde el 20 de abril, Cervantes solicitó una intervención urgente del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi), ente responsable, por ley, de la custodia de los vehículos.
“Como evidencia de las condiciones de hacinamiento que tiene la Dirección General de Policía de Tránsito, en las delegaciones y depósitos del Gran Área Metropolitana GAM, le envié a su correo varios videos actualizados de cada depósito, en razón de la saturación actual en que se encuentran.
"De no contar con su apoyo, no permitiría hacer frente a operativos de contención sanitaria que se realizan todos los días”, advirtió el funcionario en una carta enviada a Sara Soto, directora de Logística y a Edwin Herrera, director ejecutivo del Cosevi.
Cervantes aseveró, en entrevista con La Nación, que si no se resuelve la falta de espacio, en tres meses ya no habrá campo para un vehículo más, tanto en la GAM, como fuera de ella.
En este momento hay vehículos en 26 de las 28 delegaciones en todo el país; en 7 depósitos de la Policía de Tránsito y otros 8 del Cosevi.
El aumento en los decomisos se debe a que, como ahora hay más controles en carretera, se detienen autos y motos por irrespetar la restricción y también por otras infracciones graves: piques, alcohol al volante, no tener licencia o circular sin el marchamo o la revisión al día.
A las 5 a. m. de este sábado las cifras indicaban que había 13.602 boletas por irrespetar la restricción sanitaria; 42.894 por otras infracciones y 251 por consumo de alcohol al volante, según confirmó Alberto Barquero, subdirector de Tránsito.
Como ejemplo de la saturación, Diego Herrera, jefe de la región Huetar Norte del Tránsito, dijo que, para la tercera semana de abril en la Delegación de La Fortuna, en San Carlos, había 1.778 motocicletas y ya no tenían espacio para recibir vehículos producto de los operativos sanitarios.
Sin embargo, en esa semana decomisaron 20 o 25 vehículos, aproximadamente, producto de violaciones a la restricción, licencias o marchamos vencidos y coyotaje. Ante la falta de espacio, tuvieron que parquear algunos en la calle, frente a la delegación y en la pista de pruebas de manejo.
Agregó que recientemente se llegó a un acuerdo con la Cámara de Ganaderos de Florencia de San Carlos, que les prestó un terreno durante seis meses, para tratar de enfrentar la situación, pero la solución no es definitiva.
Por todo lo anterior, “es importante, que el Cosevi, proponga propuestas a corto plazo de la forma que tratará la falta de espacio a nivel nacional, como un plan remedial al aumento en las detenciones por restricción sanitaria, considerando el aumento en las detenciones diarias que realiza la policía”, agregó Roy Cervantes en su misiva al Consejo.
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Antes de a pandemia, la delegación del Tránsito en La Fortuna tenía 1.691 motos detenidas. Sin embargo, a raíz de la restricción sanitaria impuesta durante la pandemia, la cantidad de choferes que infringen la ley ha aumentado considerablemente y así luce el lugar ahora. Foto: Policía de Tránsito. (Policía de Tránstio.)
Esfuerzo con los recursos disponibles
Consultada sobre esta situación, Sara Soto, directora de Logística del Cosevi, aseguró que se realizan los máximos esfuerzos con los recursos disponibles.
Por ejemplo, confirmó el acuerdo con la Cámara de Ganaderos de Florencia y agregó que desde el 1.° de abril se habilitaron dos depósitos más de una hectárea cada uno, uno en Naranjo y otro en Orotina, para albergar más carros. En Naranjo ya se acumulan 497 motos y 197 vehículos y en Orotina, 200 motos.
Dijo que están en las negociaciones para contar con otro terreno de dos hectáreas en Sarapiquí, Heredia.
Además, es consciente de que el horario de operación del Consejo no concuerda con las horas en las que más se detienen automotores (de noche y madrugada) y por eso apeló a que haya más orden y coordinación con las autoridades del Tránsito.
Sin embargo, sostuvo que se valora la posibilidad de enviar más personal a depósitos como el de Liberia, en Guanacaste, o en Sandoval, en Limón, para hacerle frente a una mayor demanda de servicios.
Por ejemplo, de Sandoval está previsto que viajen a San José unos 50 vehículos y 300 motos en los próximos días, para descongestionar ese patio.
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Muchos dueños de vehículos prefieren dejarlos perder cuando ven que las multas, el acarreo y el resguardo suman más dinero que el valor del bien. Foto: John Durán. (JOHN DURAN)
Un problema sin soluciones
Soto reconoce que la situación de los depósitos se agravó con la pandemia, pero sostiene que el problema también deriva en que los propietarios no van a recoger sus bienes, muchas veces porque la suma de las multas, el costo de acarreo y el cobro diario de custodia resulta superior al valor del carro.
Explicó que “si antes de la emergencia se entregaban tres vehículos por mes era mucho” y ahora, con la situación actual, los datos no son mejores.
A modo de ejemplo, el Cosevi redujo la cantidad de personal en sus oficinas para respetar la distancia social y las disposiciones de Salud y aunque la cantidad de citas diarias es de 60, les sobran los espacios disponibles para devolver placas o bienes.
Por ley de Tránsito, el Consejo puede disponer de los vehículos que no se retiren en los tres meses posteriores al decomiso y puede donarlos a otras instituciones para venderlos como chatarra o repuestos; no obstante, el modelo no es eficiente.
Según Roy Cervantes, por cada 400 motos que pueden donar, entran simultáneamente otras 600 a los patrios del Tránsito.
Sara Soto agrega que tampoco pueden disponer con rapidez de los bienes, porque el 70% del total poseen gravámenes y dependen de una resolución judicial para poder donarlos.
Las soluciones definitivas a este tema no parecen viables a corto plazo. Como agravante, con la llegada de las lluvias, estos depósitos se convierten en criaderos de dengue, cuyos casos han repuntado en el país.