La presunción de que en la casa donde apareció muerto un hombre antenoche, con un balazo en la cabeza, estuviera enterrado el cuerpo de una mujer, seguía ayer sin confirmarse, aunque agentes judiciales escudriñaron todo el terreno, y volverán a hacerlo hoy.
La investigación se dio en la vivienda que ocupaba en la Ciudadela López Mateos, en San Sebastián, San José, Ransey Eduardo Handal Redondo, de 33 años de edad.
Su cuerpo lo encontró en avanzado estado de descomposición su madre, que con la ayuda de un cerrajero y agentes policiales ingresó al inmueble la noche del miércoles. Junto al cadáver había una escopeta.
La presunción policial es que Handal se quitó la vida.
Empero, en otra de las habitaciones, los investigadores encontraron rastros de sangre y restos de cabello largo.
Este hecho, aunado a la versión de vecinos quienes aseguraron que en esa casa también habitaba una mujer embarazada, hizo sospechar al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) que algo extraño pudo ocurrir.
Fue por esa razón que ayer oficiales de la Recolección de Indicios del OIJ comenzaron la inspección detallada de la casa y de dos vehículos que estaban estacionados en la cochera.
Nadie los volvió ver
Manuel Cabezas, un vecino de López Mateos, dijo que Eduardo Handal tenía tres años de residir en el lugar.
Agregó que era una persona que se relacionaba muy poco con los vecinos y ocasionalmente comentaba que era estudiante de la carrera de Medicina y que su familia vivía en Paraíso, de Cartago.
Cabezas manifestó que esporádicamente veían entrar y salir a una mujer embarazada, que al parecer convivía con el fallecido.
Igual que otros vecinos, dijo que tenía muchos días de no verlos salir. “La última vez fue cuando el hombre estuvo arreglando el techo”, agregó un vecino que pidió no ser identificado.
Ayer por la tarde, el OIJ confirmó que hay una denuncia por la desaparición de una mujer identificada como Teresa Marbel Pineda Romero, quien es originaria de Nicaragua.