
Cinco policías rasos fueron investigados durante el 2006 por tomar, sin consentimiento, fotografías de varias compañeras mientras estas se bañaban o se encontraban desnudas en sus dormitorios o en pozas de ríos.
Esas anomalías ocurrieron a mediados del mes de julio de aquel año, en el puesto de adiestramiento de la Escuela Nacional de Policía, conocido como Murciélago, en Cuajiniquil de La Cruz, en Guanacaste.
La Dirección Disciplinaria Legal del Ministerio de Seguridad Pública determinó que al menos 35 fotografías de las mujeres fueron enviadas a los teléfonos celulares de varios policías que se entrenaban en las instalaciones.
Al parecer, los oficiales reían y disfrutaban al verlas.
Varias víctimas denunciaron haber sido amenazadas por instructores para que no revelaran los hechos ni declararan.
El ministro de Seguridad, en esa época, Fernando Berrocal, ordenó una investigación.
Sin embargo, los resultados de las pesquisas no fueron divulgados a la prensa.
Erick Lacayo, actual jefe de la Escuela Nacional de Policía, manifestó ayer que recordaba los hechos, pero alegó que tendría que revisar cada expediente de los involucrados para saber qué decisiones se tomaron.
Agregó que, desde aquel momento, se aplicaron medidas más estrictas para evitar que se presentaran situaciones similares.
Lacayo, quien también fue director de la Fuerza Pública durante el gobierno de Óscar Arias y hace tres meses tiene a cargo la escuela, manifestó que en este lapso ha recibido dos denuncias por casos de acoso sexual.
Agregó: “Es un tema sobre el cual estoy trabajando fuerte, especialmente en la instrucción, máxime que ahora hay una mayor intención de las mujeres para ingresar a la Fuerza Pública y están dispuestas a someterse al proceso de formación”.
