Nueve miembros de una banda narco fueron detenidos, la mañana de este miércoles, durante múltiples allanamientos realizados en Sarapiquí y San Carlos. El grupo era abastecido de droga, entre otros, por una estructura criminal de Limón asociada a Alejandro Arias Monge, alias Diablo.
En total, las autoridades detuvieron a cinco hombres de apellidos Hernández, Vega, Hidalgo, Quesada y Corrales, y a cuatro mujeres apellidadas Quesada, Vega, Ugalde y Álvarez. Todos son sospechosos por venta y distribución de marihuana, cocaína y crack.
Además de las detenciones, se decomisó evidencia relacionada con la actividad delictiva de la organización. Según el OIJ, en uno de los puntos allanados en San Carlos se encontró un laboratorio de marihuana hidropónica.
“Estamos por contabilizar las plantas que hay en el lugar, pero aproximadamente podrían ser unas 200 plantas.
“Todo esto tiene que ver con investigaciones de narcomenudeo, pero podrían tener vínculos con extorsiones, préstamos gota a gota u homicidios”, aseguró el subdirector del OIJ, Michael Soto. “Estaban planificando establecer otros puntos de venta”.
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los operativos se desplegaron a las 6 a. m. en Puerto Viejo, La Virgen, La Guaria, Cristo Rey, El Naranjal, El Tigre, La Colonia, Chilamate, Zapote y Horquetas, de Sarapiquí, así como en Venecia y Pocosol, de San Carlos.
Las autoridades indicaron que la investigación comenzó hace un año, cuando se obtuvo información que indicaba que la organización era abastecida de droga por otras bandas criminales asentadas en Pococí de Limón para desarrollar la actividad de narcomenudeo.
Según Soto, una de las organizaciones que le suministraba estupefacientes era la de alias Diablo.
“Este grupo criminal inició sus operaciones en Sarapiquí y, al incrementar su actividad, se expandió hacia otras zonas, lo que se conoce como colonización de territorios, generando violencia en la zona”, indicó la Policía Judicial.
Soto detalló que parte de la marihuana que comercializaba este grupo era sembrada en Costa Rica y que la otra parte era traída desde Suramérica, mientras que la cocaína era comprada a otras organizaciones criminales, entre ellas la del Diablo.
“Hace un par de años, este sector de Sarapiquí tenía una oleada importante de homicidios que hemos venido desacelerando paulatinamente con la detención de sicarios y este tipo de estructuras de narcomenudeo que generan violencia”, manifestó el subdirector.
Agregó que aún faltan seis personas por detener, entre ellas el cabecilla de la banda, de apellidos Meléndez Alfaro.