El fiscal adjunto, Mauricio Boraschi, reveló el nuevo mecanismo que utilizan las bandas criminales para financiarse mientras logran colocar sus cargamentos de droga. El nuevo método tiene la particularidad de que no levanta sospechas, pues el tipo de producto que comercializan es legal, aunque ellos lo trafican de manera ilegal.
El contrabando de cigarrillos se ha convertido en una de las principales fuentes de financiamiento de las organizaciones criminales que operan dentro y fuera del país. Ya no solo representa una amenaza para las finanzas públicas y la salud de los consumidores.
Así lo reveló Boraschi en una entrevista con La Nación, en la que explicó que la venta de estos productos ilícitos sirve para generar flujos constantes de dinero en efectivo, que permiten a los grupos delictivos pagar planillas (vendedores de droga y sicarios) y sostener sus operaciones.
“Se constituye (como un buen negocio) por su altísimo consumo y circulación en el mercado nacional. Es una fuente excelente para conseguir dinero rápido”, precisó Boraschi.
Él insistió en que ese dinero, sobre todo en efectivo, lo necesitan las organizaciones criminales para mantener su funcionamiento.
Detalló que la venta de cigarrillos resulta perfecta para lograr ese objetivo, porque es una actividad mucho más fácil de desarrollar, lo que la convierte en una herramienta útil para mantener las estructuras criminales que se dedican al tráfico de cocaína y marihuana.
“Un cargamento de cocaína ellos lo colocan en cierto tiempo, pero mientras tanto, ¿cómo sobrevive la organización? Hay que financiar la caja chica y toda la estructura. Para eso está la venta de cigarrillos”, explicó.
Destacó, además, que si una organización logra colocar toneladas de cocaína en el mercado, se le hace más fácil introducir cigarrillos, lo que refuerza el atractivo de este mercado ilícito para el crimen organizado.

Baratos, accesibles y peligrosos
El negocio del contrabando de cigarrillos resulta lucrativo porque estos productos evaden impuestos y se venden hasta un 70% más baratos que los legales.
Adicionalmente, el tabaco tiene una ventaja estratégica para los criminales y es que su venta es legal.
LEA MÁS: Fumadores de cigarrillos de contrabando empezaron antes de los 18 años, revela estudio
Esto les permite distribuirlo en los barrios, así como en supermercados y pulperías, sin levantar sospechas. Muchas veces se vende por unidad, lo que maximiza su alcance y genera más dinero en efectivo. “Que es lo que las organizaciones necesitan para pagar sus planillas”, aseveró el fiscal adjunto.
Boraschi también señaló que el contrabando de cigarrillos ya forma parte del “portafolio criminal” de grandes estructuras delictivas.

“En México, por ejemplo, el cartel Jalisco Nueva Generación tiene una empresa paralela llamada ‘Cartel del Tabaco’, que opera con sociedades anónimas y fábricas legales, pero también introduce marcas ilegales al mercado”, relató.
Este modelo, según el fiscal, se podría replicar en menor escala en otros países de la región, incluida Costa Rica.
“Ya las organizaciones criminales, a pequeña y gran escala, tienen dentro de sus actividades la importación y venta de cigarrillos de contrabando. Es una fuente de ingresos segura, constante y de bajo riesgo legal y social en comparación con otras drogas”, manifestó.
Problema subestimado
El fenómeno del contrabando de cigarrillos pone en jaque la salud pública, socava las finanzas del Estado y fortalece las estructuras del crimen organizado. A pesar de ello, el problema continúa siendo percibido como un delito menor, de tipo económico, que muchas veces puede resolverse con sanciones administrativas.
“Podrían estar fumando zacate o boñiga procesada seca sin saberlo. No se sabe qué contienen, qué químicos les echan, si hay algo para aumentar la adicción (...). Eso pone en riesgo la salud pública”, advirtió Boraschi.
Así mismo, recalcó que se trata de un negocio rentable. El tabaco en el país es considerado una sustancia lícita, lo que hace que se genere una aceptación de su venta, independientemente de que el producto sea clandestino.

Para Boraschi, esta percepción debe cambiar: “Tenemos que entender que este no es un simple delito fiscal. Es parte de una estrategia criminal mucho más amplia”.
Puerta de entrada: frontera sur
De acuerdo con un informe del Ministerio de Hacienda del 2022, la frontera sur del país, aledaña a Panamá, ha sido una de las principales rutas de ingreso de cigarrillos de contrabando a nuestro territorio.
Las organizaciones utilizan desde cargas pequeñas que se almacenan en bodegas hasta contenedores completos que ingresan por puertos, como Moín y Caldera, camuflados con documentación aduanera falsa.
LEA MÁS: Decomisado el mayor cargamento de cigarrillos desde Panamá
La Policía de Control Fiscal confirmó a La Nación que esta tendencia continúa ya que “las actuaciones que realiza la Policía de Control Fiscal se dan en todo el territorio nacional. Siendo la frontera sur uno de los puntos de ingreso terrestre con mayores hallazgos”.
Los datos de decomisos reflejan la magnitud del fenómeno:
- En el 2023 se confiscaron 25,1 millones de cigarrillos.
- En el 2024 fueron 17,1 millones.
- Y en apenas cinco meses del 2025 ya van 18,6 millones de unidades decomisadas.
Según Boraschi, el contrabando de cigarrillos es parte de un fenómeno transnacional que involucra redes en Asia, Centroamérica y Sudamérica.
“La mayoría de la mercadería proviene de Asia, principalmente de China. Aunque también tenemos contrabando de cigarrillos hechos en América del Sur, especialmente Paraguay”, explicó.
Uno de los puntos críticos es la zona libre de Colón, en Panamá, que sirve como centro de distribución de estos productos. Desde allí son introducidos ilegalmente a Costa Rica debido a la cercanía.
En paralelo, también afectan otros polos de contrabando que operan desde Paraguay, país que históricamente ha producido cigarrillos ilegales, y desde Belice, una ruta clave para abastecer el mercado ilícito mexicano.
Estudios alarmantes
Según un estudio de Total Research Network, con datos a finales del 2023, cuatro de cada diez cigarrillos que se consumen en Costa Rica son de contrabando o falsificados, lo que evidencia la magnitud del mercado negro.
- A finales del 2022, los cigarrillos de contrabando representaban el 42% del mercado.
- En el segundo trimestre del 2023, esa cifra subió al 44,6%.
- Y para finales de ese año, se situó en el 40,3%.
Impacto fiscal
Este fenómeno ha tenido un fuerte impacto fiscal, ya que Costa Rica deja de percibir cerca de $26 millones anuales (unos ¢13.200 millones) por esta actividad delictiva, según datos de Cid Gallup Latinoamérica.
Desde la entrada en vigor de la Ley General de Control del Tabaco en el 2012, que impuso un impuesto específico de ¢20 por cigarrillo, el comercio ilegal ha crecido un 16%. Las provincias más afectadas por esta práctica son:
- Puntarenas (57,5%).
- Cartago (49,2%).
- Heredia (43,3%).
Además, Gold City lidera como la marca de contrabando más consumida, con un 24,4% de participación, siendo incluso la segunda más popular del país, en términos generales.
El estudio se basó en la recolección aleatoria de 4.000 colillas de cigarro y 2.000 cajetillas durante diez días, en 31 cantones que representan al 70% de la población nacional.
