Conocida por sus constantes fugas de la prisión, María Félix Bejarano Sandino descuenta los últimos meses de una sentencia de 25 años en una casa en Colima de Tibás por padecer cáncer.
La mujer, de 48 años de edad, ha pasado buena parte de su vida en la cárcel El Buen Pastor, en Desamparados, cumpliendo diversas condenas, la mayoría por robar los enseres de las casas donde conseguía trabajo como empleada doméstica.
Bejarano, a quien se le conoció como “La Reina de las fugas” por su habilidad por escapar de prisión, habita desde febrero pasado una humilde casa de madera en un barrio de Tibás, al lado de su amiga Ana Seas.
Aunque La Nación intentó conversar con ella, por medio de su abogada Alexandra Loría y la visitó en la casa, se negó al decir: “No tengo nada que hablar”.
Entre rejas. María Félix Bejarano, de origen nicaragüense, nació el 7 de agosto de 1960. Desde los 17 años llegó a Costa Rica y un día después de que cumplió los 18 años (el 8 de agosto de 1978) registró la primera condena. Fue de seis años de prisión por tres delitos de robo simple.
El sistema penitenciario la premió en mayo de 1981 con un indulto, pero solo un mes después regresó a la cárcel.
Fue en ese momento cuando alcanzó notoriedad pues los medios divulgaron sus frecuentes fugas de la prisión. Adaptación Social registró ocho fugas y al menos ocho intentos fallidos.
La última vez que se evadió fue en agosto de 1996 de máxima seguridad de El Buen Pastor. Ella pagó ¢1 millón a los custodios para que le abrieran los portones.
La recapturaron el 3 de mayo del 2000, cuando trabajaba como “niñera” en una casa de Tibás. Desde entonces permaneció en El Buen Pastor.
Su vida carcelaria tuvo un giro cuando en noviembre del 2006 le detectaron un cáncer de mama.
María Félix Bejarano, con ayuda de abogados y amigos, luchó por lograr una digna atención médica, según consta en recursos de amparo y de habeas corpus que presentó ante la Sala IV.
La reclusa logró con sus demandas que le acondicionaran en la cárcel un lugar con mejores condiciones y una alimentación adecuada.
En casa. El 7 de febrero de este año María Félix Bejarano salió de la cárcel, esta vez legalmente, cuando el Juzgado de Ejecución de la Pena de San José aceptó un incidente por enfermedad.
El juzgado ordenó, “por razones de salud”, que se le ubicara bajo arresto domiciliario. Ahí deberá cumplir lo que le falta de la pena de 25 años, que con descuento vence el 31 de diciembre del 2010.
Sin embargo, Adaptación Social descubrió hace pocos días que María Félix Bejarano tiene pendiente otra pena de seis meses de prisión por la última fuga de la cárcel.
