Una organización mafiosa china tentó a los jerarcas de Migración y Extranjería al ofrecerles un soborno de $2,5 millones (unos ¢1.300 millones) por visas para 500 ciudadanos de ese país.
Con el pago, los asiáticos se convertían en “trabajadores esclavos” del grupo, cuya célula en Costa Rica dirigía –según la Policía– una mujer de apellido Tan (38 años).
Agentes del OIJ la arrestaron ayer cerca de la Asamblea Legislativa. Tenía en su poder los pasaportes de 30 coterráneos.
Los oficiales también detuvieron a un hombre de apellido Garita que le servía como conductor.
Este último aspiró a diputado en las pasadas elecciones y en la actualidad labora en el departamento de Análisis de Presupuesto de la Asamblea Legislativa.
Las capturas desencadenaron una serie de allanamientos en restaurantes y abastecedores de San Diego de La Unión, barrio San Martín (Ciudad Quesada) y Sabanilla de Montes Oca.
Esos negocios pertenecen a ciudadanos chinos, entre estos uno conocido como “José” (detenido por el OIJ en San Carlos).
Los agentes también allanaron una bodega en barrio Los Ángeles (San José), de donde salió un microbús con varios chinos.
Soborno mayor. En noviembre del 2006 –a raíz de la detención de dos chinos indocumentados– el grupo mafioso contactó al director de la Policía Migratoria, Francisco Castaing.
Al funcionario le ofrecieron $10.000 por una visa para los extranjeros, pero la organización tenía en mente otros planes: sobornar al director de Migración, Mario Zamora.
Esta práctica no era nueva, pues existen sospechas de que en el pasado hubo ofrecimientos similares a otros funcionarios de altos cargos en Migración.
“Esta es una organización criminal que trabajaba corrompiendo funcionarios de Estado. Al parecer necesitaban reclutar a nuevos funcionarios”, indicó el fiscal general, Francisco Dall’Anese.
El ministro de Seguridad Pública, Fernando Berrocal, dejó entrever que la investigación podría comprometer a altos funcionarios migratorios de las últimas dos administraciones.
En años anteriores entre 1.000 y 1.500 ciudadanos chinos obtuvieron visas por año. “No me cabe ni un milímetro de duda la identidad de quiénes participaron en esto”, advirtió el Ministro, quien no quiso revelar nombres.
Valentía. Ante el ofrecimiento, el director de Migración, Mario Zamora, acudió al Ministerio Público.
Las autoridades acordaron seguir el juego de la red. El grupo mafioso sostuvo varias reuniones con un agente encubierto del OIJ, quien sirvió como intermediario.
El oficial recibió pagos por $20.000 para la gestión de otras cuatro visas.
El éxito en esas diligencias llenó de confianza a la organización –conocida como “Dragón Chino”–, que intentó una movilización mayor.
Trascendió que en la última de las reuniones se ofreció la entrega de $230.000.