El Juzgado Penal de San Carlos dictó seis meses más de prisión preventiva en el caso conocido como “Shark”, a nueve supuestos miembros del llamado Clan del Golfo, una organización dedicada transportar droga a Europa y Estados Unidos a través de cargamentos de piña y yuca.
El 21 de setiembre de 2024, a solicitud de la Fiscalía Adjunta de Legitimación de Capitales y Persecución Patrimonial, el mismo juzgado dictó por primera vez prisión preventiva contra los sospechosos luego de su detención. Entre ellos figura un hombre identificado como Alexi Meléndez León, un colombiano naturalizado costarricense, considerado uno de los Siete Tiburones del Pacífico y señalado en Costa Rica como presunto líder del Clan del Golfo.
Se les denomina Tiburones del Pacífico porque se trata de siete individuos, afincados en diferentes sitios en América, que controlan las rutas del narcotráfico del Clan del Golfo desde Colombia, a través de las aguas del Pacífico.
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También, se pidió la medida cautelar para un pastor evangélico de apellidos Barboza Pilartes. Las autoridades judiciales sospechan que, por medio de sus empresas, se encargaba de blanquear el dinero que conseguía la banda por el tráfico internacional de cocaína.
Según publicó La Nación, la investigación contra Barboza se derivó de una denuncia anónima que llegó a la delegación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en San Carlos. En esta, se mencionaba que el pastor “pasó de trabajar como peón en una piñera a tener un imperio en la localidad de Aguas Zarcas y alrededores”.
La medida de prisión preventiva también alcanzó a siete hombres identificados con los apellidos Arosemena Siles, Arce Salas, Loría Espinoza, Lara Vargas, Campaz Montaño, Araya Vargas y Zeledón Samudio. Los imputados fueron detenidos la madrugada del 17 de setiembre de 2024 durante 23 allanamientos realizados en Ciudad Colón, Escazú, San José, Aguas Zarcas, Pital, La Palmera de San Carlos y en un ámbito del Centro Penitenciario La Reforma.
Se presume que la organización se dedicaba a trasegar cocaína a Europa y Estados Unidos y que, parte de las ganancias, se legitimaban mediante la compra de carros, ganado y propiedades. En apariencia, además de contar con el apoyo del pastor evangélico para blanquear capitales, el grupo también recibió respaldo de funcionarios bancarios.
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