Escuchar
El Juzgado Penal de Pococí amplió seis meses más la prisión preventiva contra un hombre de apellidos Castrillo Hernández, de 24 años, sospechoso de asesinar a puñaladas a su pareja sentimental, Ana Jenny Otárola Mora, en Guácimo, provincia de Limón.
El cuerpo de mujer fue hallado por su hermano el 4 de junio del 2024. Estaba envuelto en sábanas dentro de una cuartería donde vivía con Castrillo desde hacía ocho meses. Según informó el Poder Judicial, las investigaciones del asesinato comenzaron en ese momento.
De acuerdo con las autoridades, la mujer, de 47 años y madre de dos hijos, presentaba múltiples heridas de arma blanca.
A Castrillo, detenido desde el 5 de junio del año pasado, se le acusa del delito de femicidio, que, en Costa Rica, se castiga con una pena de entre 20 y 35 años de cárcel, según lo establece la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres.
LEA MÁS: Mujer de 47 años aparece muerta, ensangrentada y envuelta en sábanas, OIJ busca a su pareja
Yanory Mora, hermana de la víctima, declaró en ese momento a La Nación que la pareja se había conocido por Facebook y que su relación había comenzado poco antes. Sin embargo, la familia de Ana Jenny notó comportamientos agresivos por parte de Castrillo durante el tiempo que convivieron.
Mora también mencionó que su hermana le temía al hombre porque él le robaba sus pertenencias para buscar drogas, pero nunca terminó la relación porque “nadie lo iba a ayudar, porque a él nadie lo quería”.
La madre de la víctima, Zoraida Mora López, señaló a Castrillo como el único responsable del crimen. De acuerdo con su relato, el hombre agredía a su hija con golpizas frecuentes, pero nunca lo denunció porque ella le rogaba que no lo hiciera. Vecinos también estaban enterados de las agresiones, pero nunca llamaron a las autoridades.
Fue su madre quien la vio por última vez con vida el 2 de junio del 2024, tan solo dos días antes de que encontraran sus restos. Ese día, indicó, Ana Jenny salió de la casa con Castrillo; luego, ambos regresaron y solo el hombre salió de la vivienda. Desde entonces, la familia desconocía el paradero de la mujer.
El mal olor que emanaba del cuarto donde yacía el cuerpo llevó a Ronald, su hermano, a romper el candado de la propiedad con un martillo y encontrar los restos con signos de violencia.
