
Pese a la oposición del Instituto de Criminología (Ministerio de Justicia) y de un juez de ejecución de la pena, Laureano Montero Romero –sentenciado en 1999 por asesinar al empresario Andrés Borrasé Taylor– quedó en libertad.
Así lo dispuso, el viernes, el juez tramitador Carlos Manrique Durán Martínez, del Tribunal de Juicio de Cartago.
A Montero le concedieron el beneficio de la libertad condicional por haber cumplido – con descuento por trabajo y estudio– la mitad de la pena impuesta (25 años).
El hombre permanecía privado de su libertad desde noviembre del 1997, cuando fue detenido por la Policía Judicial.
Dos años más tarde, lo sentenciaron por el crimen de Borrasé, cuyo cadáver apareció el 18 de noviembre de 1997 en una finca de La Unión, en Cartago.
El empresario presentaba cinco disparos en la espalda y dos en el cuello. Ese fue el desenlace de un conflicto vecinal.
Disposiciones. El juez Durán ordenó a Montero tener residencia fija (reportó una dirección en La Sabana), mantener un trabajo estable, no incurrir en hechos de violencia o delictivos y no volver a ser objeto de condenas.
También dispuso que debe mantenerse en coordinación con el personal técnico del sistema penitenciario y “no perturbar, intimidar, amenazar o perjudicar a la familia que fue víctima”.
El director de Adaptación Social, Reinaldo Villalobos, confirmó la salida de Montero el 9 de octubre. Consultado sobre los motivos que tuvo el Instituto de Criminología para no recomendar la liberación de Montero, el funcionario dijo que el personal técnico pidió someterlo a mayores estudios.
“Criminología dijo que se requería una mayor observación”, puntualizó Villalobos.
Asimismo, destacó que Montero tuvo un buen comportamiento y que durante su estadía dividió su tiempo entre el trabajo y el estudio. El hoy expresidiario terminaría su sentencia, una vez aplicados los descuentos por trabajo, en julio del 2017, de acuerdo con los registros de Adaptación Social.
Por el homicidio de Borrasé también fue llevada a debate la compañera sentimental de Montero, Magdalena Pacheco, pero desde noviembre de 1998 dejó de asistir a la sala de juicios. El 9 de abril del 2008, la Policía de Nueva York, Estados Unidos, la detuvo. Desde entonces ha librado una batalla para impedir la extradición, la cual concedió en setiembre un tribunal de Nueva Jersey.