
Víctor Manuel Carballo perdió la tranquilidad desde la mañana del jueves, cuando agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) allanaron su casa en San Felipe de San Juan, en Barbacoas de Puriscal, en busca de dos sospechosos de robo en viviendas.
Como es habitual en estos operativos, los oficiales rompieron puertas, registraron la propiedad e, incluso, removieron parte de la tablilla del techo. Sin embargo, según denunció Carballo, todo fue un error, ya que los agentes buscaban a sus vecinos, quienes presuntamente tienen cuentas pendientes con las autoridades.
Carballo, originario de Alajuelita, aseguró en una entrevista con La Nación que solo reside en la casa de San Felipe los fines de semana, ya que durante la semana trabaja en la capital y en otras áreas del país, manejando una grúa. La propiedad, según explicó, la compró hace dos años a una señora.
El jueves por la mañana, un allegado que reconoció la vivienda en las noticias, le informó a la hermana de Víctor que su casa estaba siendo allanada. Él se encontraba descansando, ya que había trabajado la noche anterior.
Al confirmar que se trataba de su casa, Carballo se dirigió de inmediato a San Felipe, pero al llegar, encontró la puerta principal, de vidrio, completamente destrozada. “Llegué, me identifiqué y les dije que la propiedad era mía. Pero no me dieron un acta, una orden de allanamiento, ni ninguna notificación”, aseguró.
Según aseguró, intentó obtener explicaciones del jefe del OIJ en Puriscal, pero según él, no pudo dárselas, ya que argumentó que el allanamiento fue realizado por agentes de Limón y Heredia.
Al parecer, los hombres que la Policía buscaba vivían a 25 metros de la casa de Carballo, y al escuchar a los agentes en los alrededores, huyeron. “Con las tomas que hicieron con el dron, se ve claramente que hay una línea de límite. Se nota que son dos propiedades diferentes. Hay una cerca y una pared que estoy construyendo”, manifestó.
Carballo, de 63 años, aseguró que no conocía a sus vecinos, ni sabía a qué se dedicaban. Dice que desde el allanamiento está intranquilo y no puede dormir. “Psicológicamente, me ha afectado mucho. Es un golpe emocional, traumático. Si yo hubiese estado adentro, me habrían esposado y llevado”, aseguró.
Comentó que, además de realizar la requisa en su casa, los agentes tomaron una suma de dinero que tenía guardada. Prefirió no revelar el monto, ya que planea emprender acciones legales.
En otros medios de comunicación, el señor publicó su número de teléfono con la esperanza de que las autoridades se contacten con él; sin embargo, dijo que hasta el momento no ha recibido ninguna llamada. “Quisiera que el director del OIJ me llame y me diga que metieron las patas. Que se equivocaron. Pero no me han contactado”, alegó.
OIJ defiende su actuación
Ante la consulta de este medio, el OIJ aseguró que el procedimiento llevado a cabo en la casa de Carballo “está debidamente justificado”.
“Tanto es así que el juez analizó y otorgó la diligencia”, agregó el departamento de prensa de la Policía Judicial ante consultas de este medio. “Se logró acreditar y fundamentar, por los medios de investigación, la relación de los sospechosos con dicha estructura”, agregó.
El OIJ también informó que, durante las diligencias de investigación realizadas, quien dice ser el propietario, es decir, don Víctor, “en ningún momento fue observado en la propiedad de interés”.
“En información recabada con los vecinos de la propiedad, los mismos comentaron su preocupación por la ausencia desde hace tiempo del quejoso. De hecho se cree que la vivienda pudo haber sido arrendada por este señor”, indicaron.
La Policía Judicial además informó que, a raíz de este allanamiento, la Municipalidad de Puriscal se presentó con inspectores del Departamento de Permisos y Patentes para notificar la clausura y multa por una construcción realizada sin los permisos correspondientes, aparentemente edificada sobre una zona de protección de manto acuífero.
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