"Para mí está bien que no vaya a la cárcel, eso fue un accidente y me parece que sea en la casa (que cumpla la pena).
"Ayer (el jueves) él vino y nos abrazó, nosotros lo perdonamos, no tenemos nada en contra de él (...).
"Creo que él sí ha sido sincero, desde el principio ha venido llorando y llorando, Clara (Durán) y yo lo perdonamos.
“No apelamos a que le echen más años o que tenga que pagar un montón, nada más que se le castigue”.
Esas fueron parte de las palabras brindadas por Jenaro Mata Zamora luego de conocer la sentencia contra el conductor que atropelló y mató a su hija, Lucía del Carmen Mata Durán, el 29 enero del 2017 en Curridabat, San José.
Tanto él como su esposa, Clara Durán Marín, aseguraron que no guardan rencor contra Daniel Alberto Mora Monge, quien deberá descontar una pena de seis años de arresto domiciliario con monitoreo electrónico y no podrá manejar vehículos por media década.
Así lo determinaron este viernes las juezas Ivannia Delgado Calderón, Mercedes Muñoz Campos y Adriana Tenorio Jara. Esta última argumentó que para imponer este castigo consideraron varios factores, entre estos que el hombre viajaba a 103 kilómetros por hora en una zona urbana, donde la velocidad máxima es de 50 kilómetros por hora.
También tomaron en cuenta que él es vecino de la zona y la conocía perfectamente, así como que no era un conductor novato y que, habitualmente, manejaba el Ford Mustang con el que impactó mortalmente a Mata y a otros tres ciclistas.
La jueza Tenorio no detalló en el por tanto dado a conocer este viernes los motivos por los que la pena pasó de siete años, impuestos en febrero del 2019, a seis en esta ocasión, donde solo se estudió el monto de la sentencia, ya que la culpabilidad de Mora estaba atribuida.
“Valorando todo lo que se encuentra probado se le impone pena de seis años (...), la fundamentación de la sentencia se hará el 28 de febrero a las 3 p. m.”, precisó Tenorio en la sala 7 de los Tribunales de Goicoechea.
El abogado Manuel Eduardo Campos García, quien representó a los padres de Lucía, recalcó que los dos adultos mayores perdonaron al imputado y que ambos querían acabar con la tristeza que embargaba sus vidas al acudir a los estrados.
Agregó que civilmente aún hay un proceso pendiente, ya que a Mora se le condenó al pago de ¢117 millones por daños materiales y morales.
‘Él todavía puede compartir con su mamá, yo, en cambio, tengo un cuarto vacío’
El jueves en horas de la mañana, Daniel Mora se acercó a los padres de Lucía, quienes se encontraban acompañados de Ericka Méndez, una amiga de la deportista.
Durante un receso se arrodilló y, entre lágrimas, les pidió perdón.
Tras el encuentro, doña Clara dijo que ella lo regañó y le pidió componerse.
"Yo lo regañé, le dije que vea que él tiene la oportunidad de vivir, pero mi hija no tiene esa oportunidad. Ella era una chiquilla muy buena y ahora yo me levanto y ella no está, en la tarde me acuesto y no tampoco está (...).
“Le dije que ojalá se componga, que le pida a Dios, porque la justicia de aquí es una y la de Dios otra. Él todavía tiene la oportunidad de pedirle a Dios y a mi hija que lo perdonen (...), él todavía puede compartir con su mamá, yo, en cambio, tengo un cuarto vacío”, detalló doña Clara el jueves.
Ella añadió que ya lo había perdonado, pero que, independientemente de la decisión de las juezas, nada le devolvería a su hija.
Al conocer la sentencia Mora recogió su cédula y se retiró de los tribunales sin brindar declaraciones.