
La nueva clínica de la cárcel Vilma Curling (exclusiva para mujeres), en San Rafael Arriba, de Desamparados, entró en operaciones desde agosto del 2018; sin embargo, lo hace sin tener los permisos sanitarios del Ministerio de Salud.
Así lo confirmó la oficina de prensa de Salud, ante una consulta de La Nación. “(El centro médico) no cuenta con certificado de habilitación para ninguno de sus servicios”, consignó esa cartera en un correo electrónico.
Además, detalló que el Ministerio de Justicia y Paz –a cargo de esa prisión– realizó las solicitudes de habilitación respectiva en mayo, pero fueron rechazadas “debido a inconsistencias con el cumplimiento de la normativa vigente”.
Este medio intentó conocer cuáles fueron esas irregularidades, pero Salud no dio más detalles.
“El centro de atención institucional debe cumplir con los requisitos para habilitación de establecimientos de salud por primera vez ,según el artículo 5 del decreto 41045-S, Reglamento General para la Habilitación de Servicios de Salud, además de las normas afines a cada uno de los servicios que prestará”, se limitó a responder el Ministerio de Salud.
Justicia por su parte, también reconoce que la clínica, que atiende en promedio a 25 reclusas por día, opera sin los permisos respectivos.
No obstante, se desconoce si ya están tramitándolos de nuevo, pues no hubo respuesta a las consultas planteadas. Tampoco se atendió la solicitud hecha por este medio para que un equipo visitara ese centro penal.
La Defensa Pública también está al tanto de la situación. Ese órgano indicó que se percató de la ausencia de permisos en una visita de monitoreo, pues varias usuarias se quejaron del servicio, sin detallar en qué sentido.
“Se procedió con la presentación de una medida correctiva ante el Juzgado de Ejecución que actualmente se encuentra en trámite y con audiencia oral señalada para el 12 de setiembre de 2019, para determinar los alcances de las acciones correctivas”, informó la Defensa en un correo electrónico.
¿Cómo es la clínica?
La clínica comenzó a funcionar en agosto del año pasado. Allí se atiende a cerca de 640 reclusas que están en ese centro penal; por día se brinda consulta a 25 mujeres en promedio, según datos de Justicia.
Este centro cuenta con dos consultorios médicos, tres consultorios de enfermería, un cuarto de curaciones asépticas, un cuarto de curaciones sépticas, un consultorio de obstetricia y una sala de observación que tiene 12 camillas. También hay servicios de odontología, farmacia y archivo.
Allí trabajan dos médicos, una enfermera obstetra, una enfermera, una auxiliar de enfermería, una odontóloga, un asistente dental y una secretaria.
Según Justicia, el servicio que se brinda es de atención primaria; en caso de ser un caso de gravedad, se traslada inmediatamente al hospital.
“Se da consulta externa, morbilidad, hay programa de pacientes crónicos (hipertensas, diabéticas, etcétera) que se ven cada tres meses, control prenatal, control de niño sano, se hacen electrocardiogramas, educación en promoción de la salud y planificación familiar”, detalló la oficina de prensa de Justicia.
Y añadió que, “cuando se cuente con el permiso de funcionamiento por parte del Ministerio (de Salud)”, se podrán realizar procedimientos menores como suturas y cirugía menor.
