Nueve individuos que integraban una banda de robacarros fue sentenciada, este viernes, a descontar un total de 230 años de prisión, según lo impuesto por el Tribunal Penal del II Circuito Judicial de San José.
Los sentenciados son Elmer Vargas Calbaceta (122 años, reducidos a 27); Luis Soto Villalobos (24 años, reducidos a 21 años); Jason Pizarro Villalobos (17 años), Geovani Montiel Rodríguez (17 años), Manuel Hidalgo Molina (13 años), Mario Sánchez Víquez (11 años), Marco Campos Hidalgo (9 años), Luis Solís López (9 años) y Allan Vargas Solano (8 años).
Los robos ocurrieron entre noviembre del 2015 y abril del 2016, en San José y alrededores, luego de que los sujetos aprovecharon el descuido de al menos 20 personas ofendidas para robarles sus vehículos.
La banda sustraía en su mayoría pick-ups Mitsubishi L200 y vehículos Mitsubishi Montero, por lo que se sospecha que obtuvieron ganancias millonarias en el mercado negro. En su mayoría eran enviados a Panamá, Limón y San Carlos, en Alajuela.
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En el caso de Vargas, según la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos, este tenía conocimiento en cerrajería, por lo que confeccionaba la llave que se utilizaba para poder arrancar el motor del carro y apoderarse de este.
El día de su detención, las autoridades judiciales indicaron que la banda robaba vehículos en un lapso de entre tres y 10 minutos, para lo cual utilizaban una herramienta con la cual extraían la cerradura y fabricaban una llave ahí mismo con la cual se llevaban el carro.
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Luego, los otros imputados ocultaban temporalmente el vehículo, mientras lograban negociarlo. Durante el juicio, 20 personas declararon, lo que respaldó las pruebas de la Fiscalía.
Otros dos hombres identificados como Olger Ramírez Sala y Juan Diego Jiménez Cabezas fueron declarados como rebeldes, luego de que dejaron de asistir al juicio, el cual se prolongó por tres meses.
Mientras la sentencia queda en firme, los sospechosos cumplirán un año de prisión preventiva, determinó el Tribunal.
A la agrupación, el OIJ le atribuyó en su momento otros delitos como receptación, tráfico de drogas, un intento de homicidio y un asalto a la entidad financiera Instacredit, en Guadalupe, de donde se llevaron ¢1,5 millones. Sin embargo, no trascendió si estos delitos se desestimaron o hay causas pendientes que deben enfrentar.