Una hermana del finquero que donó tres terrenos a la Fundación del Hospital Nacional de Niños, el 6 de marzo de 1998, ratificó ayer la validez de la firma de su pariente en la escritura otorgada por la abogada y actual diputada del Partido Liberación Nacional, Viviana Martín.
María Cecilia Sojo Arias (80 años), vecina de Cartago, habló anoche con
La pariente aseguró que su hermano gozaba de todas sus facultades cuando firmó la escritura “por su propia voluntad”, y añadió que ella estuvo presente, junto con la notaria Viviana Martín, cuando su hermano donó los terrenos de casi 200 hectáreas, ubicados en Golfito, a favor de la Fundación del centro médico.
“Él era una persona muy generosa y quería que sus bienes fuesen aprovechados por la niñez costarricense”, afirmó.
La hermana también confirmó que en el acto de otorgamiento de la escritura estuvo presente el arzobispo de San José, Román Arrieta (ya fallecido), pues así lo pidió de su hermano.
“Lo que no entiendo es la razón por la que los terrenos se vendieron después; esto yo no lo sabía y me enteré hasta ahora”, añadió la mujer.
La Fiscalía General informó anteayer de que investiga el caso por una denuncia que interpuso, en el 2010, un particular que tiene un derecho de posesión en una parte de la finca.
La pesquisa pretende determinar si la cesión de derechos es legítima, así como determinar si existieron anomalías en la venta de las propiedades a la sociedad anónima Recuperadora Turística del Sur.
German Sojo Rojas, sobrino del empresario fallecido, aseguró: “Me sorprendió que las fincas las donara al Hospital. Él nunca me comentó nada, aunque sí me dijo que tenía la intención de deshacerse de las fincas por los problemas de precarismo que había en la zona.
”Don Guillermo, mí tío, era una persona muy generosa. Cuando se abrió el testamento, a todos los sobrinos y familiares cercanos nos dejó bienes. Él era un hombre con un patrimonio muy grande. También me comentó que se había dado cuenta de que algunas personas pretendían usurpar su identidad para quitarle bienes”.
Así consta en una escritura pública del notario José Arguedas Solano, del 21 de diciembre de 1995, en la que Sojo pidió al Registro Nacional no autorizar traspasos ni gravámenes sin su consentimiento sobre unas 13 fincas de su propiedad porque él había sido objeto de suplantación.
La anotación de inmovilizar los terrenos, en los que estaban incluidas las tres fincas que donó, se canceló el 6 de junio del 2005, y cuatro meses después se presentó al Registro Nacional la escritura de la notaria Viviana Martín para inscribir la cesión.
La Fundación vendió, el 16 de junio del 2008, los tres terrenos a favor de la Recuperadora con una hipoteca, cuyo contrato fue inscrito en octubre del mismo año.