EscucharCuatro sujetos armados burlaron la seguridad del residencial donde vive la presidenta Laura Chinchilla, en Santa Ana, y saquearon una vivienda cercana.
Los ladrones huyeron de la propiedad con un botín estimado en $40.000, entre dinero, joyas y dos computadoras portátiles.
El hecho ocurrió la noche del pasado 14 de setiembre. La morada saqueada pertenece al bloque H del residencial Villa Real y queda ubicada a un kilómetro de la casa de la mandataria.
Los ladrones, quienes portaban armas cortas y pasamontañas, sortearon un complejo aparato de seguridad que incluye cámaras de vigilancia, agujas electrónicas, tapias y una importante cantidad de guardas en moto.
Ingresaron a la casa por la puerta trasera, a las 8:35 p. m.
Una vez adentro, amarraron a los propietarios y a la servidora doméstica, dijo el teniente Billy Oporta, jefe de la Fuerza Pública de Santa Ana,
“Era gente joven, de unos 18 a 25 años. Se llevaron computadoras, unos relojes marca Rolex y $5.000 en efectivo. El afectado estimó que el robo asciende a unos $40.000”, puntualizó el oficial.
Ni el presidente de la junta directiva del residencial, Wálter Coto, ni la administradora, Maureen Pettersen, quisieron referirse ayer debido a que el hecho se encuentra bajo investigación.
A raíz del robo, la Fuerza Pública activó retenes de carretera, pero ni eso ni el patrullaje rindió frutos.
A la casa afectada hay acceso mediante una entrada que da a Pozos de Santa Ana. La Nación intentó localizar a los afectados, pero no fue posible, pues se informó de que se encuentran fuera de San José.
Refuerzo. El viceministro de la Presidencia y Comisionado Nacional Antidrogas, Mauricio Boraschi, comentó ayer que en apariencia los malhechores ingresaron por un sector montañoso, donde hallaron un punto de ingreso.
Dentro del residencial se movilizaron a pie. “Nos llama mucho la atención (el robo), dada la seguridad privada del residencial”, aseveró Boraschi.
El Viceministro fue enfático al afirmar que la seguridad de la Presidenta nunca estuvo comprometida. Chinchilla cuenta con una guardia especial que resguarda los alrededores de su casa. Además, en caso de riesgo inminente, la Unidad Especial de Intervención (UEI, cuerpo de choque de la DIS) permanece en alerta.
“Pareciera un hecho aislado. Nosotros custodiamos el área cercana a la Presidenta, no todo el residencial. Para eso ellos cuentan con su seguridad”, señaló Boraschi, quien elevó el nivel de vigilancia preventiva para Chinchilla.
Precisamente un día después del asalto, durante la celebración del 189 aniversario de la Independencia, la Presidenta pidió ayuda a la Asamblea Legislativa y al Poder Judicial para frenar “una violencia sin precedentes”.
No es la primera vez que el hampa ataca en ese residencial. En el 2006, un grupo armado disparó varias veces y golpeó a una pareja para robar una caja fuerte.
La hoy mandataria escuchó esa vez las detonaciones.
