
El Ministerio Público ratificó, por medio de un examen de ADN, la muerte del empresario Luis Jorge Sossa Rivera, a quien se le seguía una causa penal como sospechoso del delito de narcotráfico.
El fiscal adjunto de Crimen Organizado, Osvaldo Henderson manifestó que la confirmación se obtuvo después de una investigación que incluyó entrevistas a personal médico y la verificación científica con la prueba de ADN (ácido portador de los códigos genéticos de cada individuo) .
“La comparación fue de ADN nucleado. Se tomó una muestra de tejido del cuerpo de Jorge y se comparó con la sangre de su madre. Luego de eso, la causa que estaba tramitando esta fiscalía de averiguar muerte se termina y se va a pedir una desestimación ante el juez penal”, dijo Henderson.
Antecedente. Luis Jorge Sossa, de 44 años, fue declarado muerto en el Hospital Calderón Guardia, en San José, el 5 de octubre del 2008.
El fallecimiento se produjo luego de que Sossa, durante un paseo a un río en Guápiles, cantón de Pococí, Limón, contrajo la bacteria de la leptospirosis . Debido al mal, el sábado 4 de octubre fue internado en el Calderón donde falleció al día siguiente. El funeral se ofició el lunes 6 de octubre en el cementerio Jardines del Recuerdo, en Heredia.
Las autoridades se enteraron del deceso dos días después. Según Osvaldo Henderson, la decisión de pedir la exhumación se planteó tras analizar varios aspectos.
Citó, entre ellos, que se trataba de una persona investigada por narcotráfico. Sossa fue detenido en el 2006 junto con otras cinco personas como sospechosos de formar una banda a la que le decomisaron $4 millones en efectivo y 1.573 kilos de cocaína.
También el hecho de que durante el proceso el fiscal a cargo omitió pedir la ampliación de la prisión preventiva, lo que originó que todos los imputados obtuvieran la libertad con el pago de una fianza. El fiscal fue despedido.
Henderson expresó que se tomó en consideración que en otros países —como en Colombia y México— existe una tendencia a cambiar de rostro con cirugías y simular muertes para evitar responsabilidades penales.
La Policía exhumó el cuerpo el 27 de febrero. La familia de Luis Jorge Sosa calificó ese hecho como “un sacrilegio” . “Ni siquiera nos notificaron. Nos enteramos por televisión”, se quejó , en ese momento, su esposa, Yisel Liliana Morera Alvarado.
