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Víctor Hugo Acuña Sandoval, de 42 años, fue condenado este lunes a 80 años de prisión por el femicidio y la violación de Yuliana Ureña Quirós, de 19 años, crímenes cometidos el 21 de setiembre de 2023, así como por tres agresiones sexuales perpetradas contra una menor de edad, ese mismo año.
El Tribunal Penal de San Carlos, integrado por las juezas Marlen Vega McMilty, Karla Rodríguez Oviedo y Dayna Monterrosa Bryan, determinó a las 9:10 a. m. que Acuña era el autor responsable del asesinato y la violación de Yuliana, por lo cual recibió una pena de 42 años de prisión. Además, se le impusieron 12 años por cada una de las tres violaciones perpetradas contra otra menor de edad, sumados a dos años más por privación de libertad agravada en perjuicio de esta última víctima.
Aunque la condena total asciende a 80 años, la normativa penal costarricense establece un máximo de 50 años de prisión. Además, Acuña deberá cubrir las costas judiciales, fijadas en ¢726.000.
Durante la lectura de la sentencia, la jueza Vega explicó que el material genético de Acuña fue encontrado en las cavidades de las víctimas, lo que constituyó una prueba irrefutable de su culpabilidad.
En la sala, era notoria la tristeza y el llanto entre los familiares de Yuliana. Su hermana María Paula, su madre Roxana Quirós y su padre Jose Garos vestían camisetas celestes con la foto de la joven y el mensaje: “Justicia por Yuli”. Amigas de Yuliana también se hicieron presentes con una manta que decía: “Yo a mi casa siempre quiero regresar”, una frase que la joven expresó días antes del crimen, en referencia a otro caso de femicidio.
No obstante, la emotividad del momento fue interrumpida por Acuña, quien negó los delitos y alteró el orden en la sala. Este comportamiento provocó que fuera retirado del recinto y el resto de la lectura se llevó a cabo sin su presencia. Al final, los jueces ordenaron que Acuña permanezca en prisión preventiva por seis meses mientras la sentencia queda en firme.
‘Ninguna otra hija va a ser dañada por este hombre’
Jose Garos, padre de Yuliana, expresó con determinación que aunque la familia está “destruida” desde el femicidio, sienten alivio al saber que Acuña no volverá a ser libre.
“Gracias a Dios este hombre no va a poder estar más en las calles y así no podrá hacerle daño a ninguna otra mujer (...). La satisfacción de nosotros es saber que ninguna otra hija va a ser dañada por este hombre”, declaró Garos.
El juicio fue particularmente duro para la familia. Mientras Acuña era escoltado fuera de la sala, Garos y María Paula se encontraban afuera, ya que la joven se descompensó. Al ver al asesino de su hija pasar frente a él, Garos no pudo contenerse.
“Empecé a gritarle. No voy a decir las palabras que le decía, pero le dije asesino y le dije de todo. Es muy duro. Es una familia incompleta y destruida”, confesó.
Garos reveló que desde el crimen casi no ha podido trabajar, ya que cuida de su esposa, quien enfrenta una depresión severa, diabetes y otros problemas de salud. “Me dice que la deje morir, pero yo no puedo hacer eso”, agregó conmovido.
Por su parte, Alberto Delgado, abogado de la familia de Ureña y de la otra víctima menor, explicó que tanto él como el letrado Alfonso Ruiz, quien también representó a las afectadas, están “altamente satisfechos por los resultados obtenidos”.
“No solamente nuestro trabajo colaboró a tener este resultado, también el trabajo del Poder Judicial, el Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que colaboraron. A su vez, también las familias, con los datos que nos brindaron, ayudaron a obtener el resultado que las juezas nos acaban de comunicar”, comentó Delgado.
De acuerdo con el abogado, era la pena que tanto ellos como las familias esperaban para el proceso.
Ruiz agregó que la sentencia representa un paso importante hacia la justicia, pero también debe servir como un llamado de atención. “Que este fallo no sea una condena más; que sirva de precedente para frenar esta violencia desmedida en contra de las mujeres y que de verdad sea aleccionador para aquellos que pretendan cometer vejaciones de esta naturaleza”, declaró el abogado.
Ruiz enfatizó que este tipo de crímenes no solo afecta a las víctimas directas, sino también a sus familias, amigos y al entorno social en general. Los calificó como un fenómeno social de amplio impacto. También subrayó la importancia de abordar las causas de esta violencia desde una perspectiva preventiva.
“Lo ideal sería que estas causas ni siquiera inicien. Buscar ayuda espiritual, apoyo emocional, terapias, lo que sea, con tal de evitar estas descargas de ira y violencia de misóginos que no aceptan un no como respuesta y que han cosificado a las mujeres como práctica recurrente”, añadió.
El abogado además expresó su esperanza de que esta sentencia proporcione un poco de paz a los seres queridos de Yuliana y a la otra víctima afectada, para cerrar un capítulo de dolor en sus vidas. “Como correspondía, la justicia terrenal ha cumplido de forma objetiva y contundente”, concluyó Ruiz.
El crimen que estremeció a San Carlos
Yuliana, de 19 años, fue asesinada la noche del jueves 21 de setiembre de 2023 mientras se dirigía al colegio nocturno en Ciudad Quesada, San Carlos. Antes, pasó a dejarle un regalo de cumpleaños a una amiga en el centro comercial El Encuentro, donde sus padres la dejaron en carro. Antes de despedirse, su madre le dio un beso y la bendición.
En el trayecto, de apenas 700 metros, Acuña la sorprendió, la llevó a un lote baldío, la violó y la asesinó. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente, cubierto con bolsas de basura y parcialmente desnudo.
La captura de Acuña ocurrió dos días después. En ese momento fue identificado por otra de sus víctimas, una menor de edad a quien el sujeto violó y privó de libertad en Naranjo de Alajuela, pocas semanas antes de cometer el femicidio.
Los análisis forenses confirmaron que los fluidos encontrados en ambas víctimas correspondían a su perfil genético.
En una entrevista previa con La Nación, Roxana, la madre de Yuliana, expresó su único deseo: “Lo que quiero es sacarlo de la calle y tener la certeza de que no le va a hacer lo que nos hizo a nadie más. El riesgo con personas como esa está latente. Lo que quisiera es quitar a todos esos asquerosos de la sociedad”, aseguró.
Por su parte, el padre de la joven, manifestó este lunes que lo único que le queda a la familia es aceptar lo sucedido y enfrentar el futuro. Aunque la ausencia de Yuliana es irremplazable, afirmó que la certeza de saber que Víctor Hugo Acuña no volverá a estar en libertad les brinda algo de consuelo.
