
Sergio Zúñiga Ugarte, un vecino del cantón de Moravia en San José, es uno de los fallecidos tras el triple homicidio registrado la noche del lunes en el Cocal de Quepos.
Un familiar del ofendido atendió escuetamente a La Nación y confirmó que el hombre, de 32 años, tenía poca comunicación con ellos: “Se había ido de la casa y no sabemos dónde vivía, tampoco sabemos quiénes son las personas que lo acompañaban. Él se iba y no sabíamos dónde estaba, llamaba de vez en cuando por teléfono público, porque costaba que tuviera celular”.
Al consultarle por lo ocurrido este allegado, quien prefirió que se reservara su identidad, solo se limitó a decir que Sergio “se había ido de la casa por las razones evidentes de la noticia, era venta de drogas”, dijo.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ), trabaja el caso como un posible ajuste de cuentas vinculado con la lucha por territorios para la venta de drogas. Tras el ataque armado también fallecieron Henry Bonilla Sánchez de 53 años y una adolescente de 16 que no es familiar de ninguno de las víctimas mortales.
El reporte del OIJ precisa que dos víctimas fueron encontradas dentro una vivienda a la que le prendieron fuego. Bonilla estaba dentro del inmueble junto a la adolescente, ambos presentaban heridas de arma de fuego.
A cien metros de esa casa las autoridades ubicaron los restos de Sergio Zúñiga, a quien le encontraron varias heridas por arma de fuego, según informó la Policía Judicial. Una cuarta persona, cuya identidad no trascendió, fue llevada al Hospital Max Terán ya que también presentaba lesiones por disparos. Solo se conoció que se trata de un hombre adulto.
¿Crimen encubierto?
A las 10:36 p.m. del lunes el Cuerpo de Bomberos de Costa Rica acudió a Barrio El Cocal para atender un incendio estructural.
Se trató de una vivienda de 100 metros cuadrados, la cual presentaba fuego en su totalidad, con posibilidad de propagación a las viviendas aledañas. El trabajo del personal de bomberos permitió controlar el avance de las llamas y fueron ellos los que descubrieron los cuerpos.
Todos los fallecidos eran oriundos de San José.
De momento, no hay pistas de los posibles sospechosos del crimen, aunque se presume que ellos mismos provocaron el incendio.
Este es el segundo caso de homicidio triple que ocurre en Quepos en dos meses, ya que el 14 de junio asesinaron a un joven de apellido Vargas, de 20 años, un hombre de apellido Mena de 56 y a otra persona de entre 20 y 30 años, no identificada.
El incidente ocurrió alrededor de las 3 a. m. de ese sábado en dos casas cercanas, ubicadas a unos 500 metros de distancia entre sí y, según la información preliminar del OIJ, los homicidios los cometieron cuatro personas que se desplazaban a pie.
Los cuatro sospechosos habrían ingresado a la fuerza en la primera vivienda, donde se encontraba un hombre de apellido Vargas, de 20 años. A él le dispararon varias veces, impactándolo en la espalda y en el costado derecho del rostro.
Luego, los atacantes se dirigieron a la segunda vivienda, donde dispararon contra los dos residentes. Uno de ellos, de apellido Mena y de 56 años, recibió impactos en la cabeza y el tórax. Fuentes policiales indicaron que Mena tenía expediente por tráfico internacional drogas.
Hasta este martes 26 de agosto, el país registra 566 homicidios, 79 de ellos en Puntarenas. Desde años anteriores, cantones costeros como Parrita, Garabito o Quepos han visto un incremento en en los homicidios, muchos de ellos asociados al narcotráfico o crimen organizado.
En Quepos, por ejemplo, en el 2020 apenas se registraron cinco homicidios; no obstante, ese tipo de criminalidad ha venido en aumento y registró 15 en el 2023; 19 en el 2024 y en lo que llevamos del año, ya suman 13.
