
Greidy Mata Esquivel, hermana del costarricense Randall Gamboa Esquivel, quien fue deportado desde Estados Unidos, demanda una reunión personal con autoridades de la Cancillería tras el regreso de su hermano en condiciones críticas de salud.
La mujer, quien conversó con La Nación, rechaza que las comunicaciones con esa institución sean solo por correo electrónico y exige que presionen al gobierno estadounidense para que explique el deterioro de salud de su hermano.
Gamboa, un exempleado de la Municipalidad de Pérez Zeledón, especializado en operar maquinaria pesada, viajó a Estados Unidos para trabajar en su área de especialización. Sin embargo, el generaleño de 52 años fue capturado el 27 de diciembre de 2024 por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). “Pidió asilo y nosotros estábamos tranquilos porque nos comunicábamos por videollamada”, relata Mata sobre los primeros días de detención.
Sin embargo, la mujer detalló que ese contacto fluido con Randall se perdió de manera abrupta. “De un pronto a otro se nos pierde, empezamos a consultar y a llamar directamente a la gerencia o administración de la cárcel y nos decían que no, que él no quería hablar”.
La familia contactó al consulado costarricense, que al término de unos días les informó que habían ubicado al hombre. “Logramos encontrar a Randall. Sin embargo, a pesar de que fue notificado, no quiere ser contactado ni por este consulado, ni por su familia”, respondió la sede diplomática.
Sin embargo, esta situación extraño muchísimo a los familiares: “Jamás nos iban a tranquilizar, diciéndonos que Randall no quería hablar con su mamá o que no quería ser contactado, eso jamás”, relató la hermana desde Pérez Zeledón.

Ubicado en hospital
Greidy y su familia contrataron a una abogada especialista en migración, quien localizó a Gamboa en el Valley Baptist Medical Center, en Texas. “Lo encontró después de mucho trámite, en una camilla, en condición vegetativa. Él tiene una rabdomiólisis (descomposición del tejido muscular) y una encefalopatía (disfunción cerebral), entre muchos otras enfermedades”, detalla Mata.
Randall arribó el 3 de setiembre en un vuelo ambulancia financiado por el ICE, desde Texas al aeropuerto Juan Santamaría. Sin embargo, sus familiares al ver la condición en que llegó quedaron devastados. “Cuando veo a mi hermano es un saquito de huesos, venía con 56 úlceras expuestas abiertas, desnudo, pero envuelto en una una sábana, sucio, en un total abandono”, lamentó la hermana del tico.
A criterio de la familia, los reportes médicos de Estados Unidos presentan inconsistencias, uno de ellos relacionado con un presunto problema hepático: ”Lo trataron contra la cirrosis hepática y aquí le hacen exámenes y no tiene cirrosis", explicó Mata, quien añade que Gamboa “está lleno de cicatrices de cirugías que no sabemos ni de dónde salieron, ni por qué se las hicieron”.
Gamboa permanece internado en el Hospital Escalante Pradilla de Pérez Zeledón con un diagnóstico reservado. “Aún no habla, aún no se alimenta por sus propios medios, tiene una manguerita pegadita en el estómago”, detalla su hermana.

Exigen respuestas
Mata aseguró haber enviado correos a Cancillería sin que hasta el momento recibieran respuesta alguna, por lo que demanda una reunión presencial. “No quiero que me digan por medio de correos nada, quiero que me vean a los ojos”, sentenció.
La mujer dice sentirse vacilada por las comunicaciones previas del consulado: “Nos enviaron correos decoradísimos, lindísimos, jugando con nuestra inteligencia, pensando que nosotros no íbamos a entender que lo que querían era calmarnos, tranquilizarnos”.
Por eso Mata exige que la Cancillería presione a Estados Unidos para que dé una explicación sobre el trato que recibió el costarricense mientras estuvo bajo custodia de ese país. “La Cancillería es la única que tiene la potestad de pedir explicaciones, quiero que me vean a los ojos y me digan ¡sí, vamos a ayudar!”.
Otra gestión que hizo esta familia oriunda de la zona sur, fue en julio ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, pero “en ninguno de los dos lugares me dejaron pasar del guarda”, afirmó Mata, quien posteriormente envió formularios por correo sin que hasta la fecha haya obtenido acuse de recibo.
Los allegados de Randall están a la espera de que sus gestiones ante la sede diplomática rindan frutos, o de lo contrario adelantan que acudirán a instancias internacionales.
“No voy a permitir que esto se quede así”, advierte Mata, quien enfatizó: “Queremos justicia para Randall, no es posible que una persona joven, con 52 años, sin récord delictivo, que no es un delincuente, más bien es una persona buena, trabajadora, honesta, le hagan esto”, concluyó la hermana del costarricense.
LEA MÁS: ¿Quién es Kilmar Ábrego García, el migrante deportado por error a la megacárcel de El Salvador?
