
El expresidente ejecutivo del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) Carlos Monge Herrera reconoció haber cometido un delito y aceptó que se le imponga una pena de dos años de prisión, así como devolver $500.000.
Ello ocurrió en la audiencia preliminar realizada el viernes en el Juzgado Penal de Hacienda.
Para tal efecto, Monge ofreció a la jueza Alejandra Rojas someterse a un proceso abreviado, acción que fue avalada por el Ministerio Público, la Procuraduría General de la República y el INA.
La Oficina de Asesoría Técnica y Relaciones Internacionales de la Fiscalía informó anoche de que la jueza avaló el proceso abreviado y elevó el asunto ante el Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, para la ratificación del fallo.
Al aceptar un proceso abreviado, el imputado se evita la realización de un juicio oral y público y una sentencia mayor. En este caso se le atribuye el delito de corrupción agravada, cuya pena oscila entre tres años y 10 años de prisión.
Según el informe sobre los acuerdos concretados el viernes anterior, el dinero que devolverá el expresidente del INA será utilizado en programas de capacitación para estudiantes de bajos recursos económicos que se encuentran en los distintos programas de estudio impartidos en el INA.
La Nación intentó obtener la versión sobre el resultado de la audiencia preliminar con Carlos Monge o su abogado, Carlos Tiffer, pero mediante un correo electrónico respondieron que preferían no emitir ningún criterio por estar el caso en proceso.
Antecedente. El asunto que se analiza sucedió en el año 2001, cuando Carlos Monge era presidente ejecutivo del INA. En aquella ocasión recibió una dádiva de un proveedor de la institución por más de $250.000 al facilitar la adjudicación de varias licitaciones.
Monge, en una declaración divulgada el 17 de octubre del 2004 por Telenoticias, admitió haber recibido la gratificación, pero dijo “estar arrepentido ante Dios y mi familia y ante todo el país”, al tiempo que anunció que se pondría a la orden de la Fiscalía y devolvería el dinero.
El caso por el cual se le investigó está relacionado con la compra por parte del INA, en diciembre del 2001, de módulos de entrenamiento para electrónica, mecánica de vehículos y el mantenimiento de edificios a la empresa italiana Electtronica Veneta por un total de $5,4 millones.
Monge dijo a La Nación el 18 de octubre del 2004 que el dinero se depositó en la cuenta de una empresa en Nicaragua.
