Han pasado ocho días desde que Jessy Álvarez Amador, una joven estilista de 25 años, desapareció en Finca San Juan de Pavas, San José, luego de recibir varias llamadas insistentes que, según su familia, la obligaron a salir de su casa a pesar de que no tenía intención de hacerlo.
Sus familiares no desisten en la búsqueda, aunque lo único que tienen de la joven es un video captado por una cámara de seguridad, que muestra el momento en que Jessy camina hacia la calle principal del barrio, poco antes de subirse a un carro que, se presume, es de color oscuro.
No hay certeza sobre el destino, ni si se trataba de un servicio de plataformas digitales o un vehículo particular. La última persona que la vio, afirmó que la joven preguntó si el automóvil era el que ella había solicitado.
“Ella salió a la principal aquí en Finca San Juan, y desde ahí ya no sabemos más nada. La vieron que se subió a un carro negro, pero no sabemos para dónde iba, ni con quién”, relató Jazmín Ugarte, sobrina de la joven, en entrevista con La Nación.
Según la familia, Jessy salió de su casa ese sábado 10 de mayo por la noche, después de recibir varias llamadas que la pusieron nerviosa.

“Mi abuela me contó que ella no quería salir, que incluso ya se había puesto la pijama para dormir. Pero le entraron varias llamadas insistentes y terminó cambiándose para salir. Se fue como cortada, no quería irse”, detalló Ugarte.
“Nunca dejaría a su hijo”
Jessy es madre soltera y vive junto a su hijo y su familia. Trabaja en un salón de belleza y se destaca por ser una mujer amorosa, dedicada a su trabajo y a su pequeña. También asistía regularmente al gimnasio en su tiempo libre.
“Ella es una muchacha trabajadora, dedicada a su hijo. Jamás lo dejaría. Nosotros cuidamos a la niña mientras ella trabaja, pero ella siempre regresaba. Esto no es normal”, recalcó su sobrina.
Según la familia, Jessie no tenía problemas con nadie, ni antecedentes de amenazas. Sin embargo, creen que pudo haber sido obligada a salir aquella noche.

“Es como cuando a uno lo chantajean, algo así como: ‘Si no venís, vos verás las consecuencias‘. Eso pensamos, porque ella no quería salir. Sentimos que fue presionada”, expresó Jazmín.
Sin pistas, sin llamadas de rescate
Hasta el momento, la familia no ha recibido llamadas pidiendo rescate, ni ninguna comunicación que permita dar con el paradero de Jessy. Lo que sí agradecen es que no han sido víctimas de estafas comunes en este tipo de situaciones, como las falsas pistas a cambio de dinero.
“La única persona que nos ha dicho algo fue la que la vio subirse al carro. No sabemos más. Solo queremos que aparezca”, afirmó Jazmín.
Cualquier información puede ser comunicada al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), al teléfono confidencial 800-8000-645.
