La segunda arremetida del río Turrialba contra su propiedad en menos de un año resultó devastadora para el llantero del pueblo, Jesús Salguero Tencio, de 67 años, quien hace un año perdió la mitad del terreno durante un temporal.
La primera vez, a finales de julio del 2021, su casa quedó falseada, pero a como pudo sostuvo sus labores; sin embargo esta vez no quedó nada. Este sábado, por la noche, la estructura terminó de colapsar ante la fuerza poderosa del río. En los videos que trascendieron en redes sociales, se aprecia cómo el agua “se traga” prácticamente toda la propiedad. Ya con la luz del sol, es patente que solo quedó en pie una pared, todo lo demás se perdió.
“La vez pasada el río se llevó la mitad de la construcción, pero ahora tengo que ir a otro lugar y cuesta mucho conseguir un sitio aquí en Turrialba donde a uno le alquilen cómodamente, para empezar otra vez de nuevo”, dijo este abuelo de cuatro nietos.
Según relató, en entrevista con La Nación, desde 1975 trabaja reparando llantas y tenía más de 20 años en ese punto, a escasos 100 metros de la municipalidad. La primera vez perdió las herramientas y varias llantas y aros que tenía en venta, pero esta vez se quedó sin nada.
Ahora confía en salir adelante, en otro lado, pues ahí solo quedaron unas paredes destrozadas y escombros a punto de desplomarse del todo, pues las bases también están falseadas.
“Siempre la he luchado trabajando. Siempre he sido un luchador. Cuesta hacer nueva clientela. Ya uno está acostumbrado a que la gente lo conoce”, aseguró.
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Jesús Salguero se ha dedicado casi toda su vida a reparar llantas. Ahora debe buscar otro sitio, pues la casa donde trabajaba fue la que se llevó el río Turrialba este sábado. Foto: Cortesía Josué Hernández.
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La fuerte corriente del río Turrialba lavó un paredón y terminó por llevarse un edificio.