
Texto original publicado por La Nación el 24 de diciembre de 1972
El 23 de diciembre un terremoto de 6.2 en la escala de Richter irrumpió a la medianoche en la capital de Managua, Nicaragua. Caminamos desde las afueras de la ciudad viendo esos rostros retadores de niños, adultos y mujeres. Gente con sus niños buscando la salida de la ciudad y otros que decían “señor no pase por allí el incendio se está corriendo”. La Catedral de Managua está agrietada y con su reloj a las 12: 21 p. m. parado. Regados los cadáveres tapados con mantas y algunos con papel de cartón.
Iniciamos el recorrido por la zona del desastre, el cual duraría unas cinco horas. En el Parque Central decenas de muertos envueltos en sábanas. Nadie sabe quienes son y están desfigurados, era muy temprano y todavía no pasaban los camiones para recogerlos y luego quemarlos.
Solo unos metros y más muertos, son esos humildes sin hogar, que acostumbran a irse en la noche cerca de unos cajones de puerta a acurrucarse con cobijas metidos en unos sacos de gangoche. El terremoto los sorprendió durmiendo y están muertos con la cara marcada por el polvo de las paredes, en filas contamos, uno, dos… dieciocho.
“Aquí hay 35 muertos” señaló un Policía en una plaza Club, una especie de discoteca muy concurrida en el parque de Managua, asistimos al momento de la búsqueda de cadáveres, una máquina de los bomberos terminó de botar una pared y cayeron cientos de cadáveres.
En otras noticias
Se graduaron enfermeras en la CCSS
Las instituciones hospitalarias del país fortalecen sus equipos profesionales para médicos, dice un boletín de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Un grupo de 65 señoritas y un joven recibieron el 22 de diciembre, en el Teatro Nacional, el título de enfermera graduada de la mano de Irma Sandoval Bonilla, directora de la Escuela de Enfermería de Costa Rica, afiliada a la facultad de medicina de nuestra universidad.
Dice que estas nuevas profesionales de inmediato serán incorporadas a las instituciones de salud, quienes fueron apoyadas con becas para completar sus carreras académicas. De este grupo, agrega 39 fueron becadas por diferentes centros hospitalarios y las 27 por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Durante la ceremonia de graduación hicieron uso de la palabra el Dr. Miguel Asís Beirute, presidente del patronato de la escuela de Enfermería, quien puso de manifiesto la necesidad que tiene el país de este tipo de profesionales.
Pescadores de Limón pidieron ayuda al CNP
Más de 60 pescadores de Limón suscribieron un memorial dirigido al Ing. Gutierrez, gerente del Consejo Nacional de Producción (CNP), por medio del cual solicitan que se le autorice al estanco de esa entidad establecido para que les venda mecate y cedazo galvanizado para la construcción de redes y pescado para emplear como carnada.
Señalan que, “somos 500 pescadores que nos dedicamos a la aventura a la cosecha de langosta y nunca hemos tenido ayuda del Estado. Por lo tanto, creemos que esta es la oportunidad para que con la intervención suya obtengamos una ayuda. Por otra parte, expresan los pescadores limonenses al Consejo: “Deseamos que se revise el precio mínimo de la compra o venta de langosta.
“El precio mínimo fijado desde hace más de 15 años es de ¢0,85 la libra, pero la competencia ha llevado el precio cada año hasta tenerlo en la actualidad a ¢8,50 la libra. Solicitamos un estudio lo antes expuesto y recomendamos un precio mínimo de cinco colones la libra”.
