Las fuertes lluvias del martes elevaron el caudal del río Cañas, que se desbordó y anegó 129 casas en Desamparados, 27 en Aserrí y una en Alajuelita. Muchos ocupantes de las viviendas tuvieron que pasar la noche, la madrugada y parte de la mañana sacando barro de sus propiedades.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE), en colaboración con los comités municipales, realizó este miércoles por la mañana la inspección de las zonas afectadas, principalmente en Desamparados y los otros cantones mencionados.
En total, el martes la CNE recibió 93 incidencias en esas comunidades, así como en Alajuela, Mora, Vázquez de Coronado y Puriscal, donde también llovió fuerte y hubo casas anegadas. De momento, solo se habilitó un albergue en San Rafael Abajo de Desamparados, donde fueron trasladados dos adultos mayores y cuatro niños.
Durante este miércoles esa entidad informó que en el corte de las 5:30 p. m. había 39 alertas por inundaciones la mayoría de ellas en los cantones de Palmares, San Carlos, La Unión, Santo Domingo y Santa Bárbara. En menor escala fueron afectados otros puntos como Jiménez, Corredores y San Ramón.
Corriente desbordó el río
Sobre lo acontecido el martes en Calle Areneros, San Rafael Abajo de Desamparados, Melissa Quesada Monge, de 32 años, afirmó que en la tarde comenzó a llover fuerte. Primero se desbordaron las alcantarillas y luego el río Cañas, lo que provocó que el agua alcanzara más de un metro de altura. Más de 40 casas que en setiembre del año pasado habían sido afectadas por inundaciones, volvieron a quedar anegadas.
En aquella ocasión, el agua había llegado hasta el cielorraso de varias viviendas, y los dueños de cinco casas tuvieron que irse del barrio después de 40 años de vivir ahí, ya que el agua derribó las tapias de los patios, así como paredes y divisiones internas. Los damnificados quedaron a la espera de una solución integral que les permita volver posteriormente. Muchas otras familias invirtieron en limpieza, pintura y reparaciones, pero de nuevo este martes tuvieron daños considerables en la estructura y en los enseres y electrodomésticos.
Melissa afirmó que solo pocas casas, incluida la suya, se salvaron esta vez porque el agua no subió tanto. Esta mañana asistía a algunos vecinos con agua y algún refrigerio, lo mismo que a integrantes de las cuadrillas municipales que llegaron con maquinaria a recoger muebles y artículos dañados, así como a quitar el barro de las vías y de alcantarillas que estaban obstruidas por palos y lodos que el río arrastró. El comité municipal también distribuyó bolsas de alimentos a personas que quedaron sin nada que comer debido a que el agua contaminó lo que tenían.
Nuevo embate
El año pasado, con el barro que arrastró el río, se levantó un muro provisional con las piedras y materiales que se recogieron en las labores de limpieza, pero fue barrido este martes cuando la corriente lo alcanzó.
Según Melissa Quesada, están a la espera de un muro de contención de unos 225 metros de largo para el cual la CNE les dijo que se cuenta con un presupuesto de más de ¢460 millones, pero será hasta noviembre cuando salga a licitación. Si no hay atrasos en el proceso, será hasta el otro año cuando comience la obra. Quesada dice que el temor de los vecinos tiene que ver con que todavía faltan dos meses de fuertes lluvias y en cualquier momento el río puede desbordarse y afectar a las 64 casas de esa barriada.

La alcaldesa de Desamparados, Hazel Torres, afirmó que ya conocen los riesgos que hay en varios puntos cercanos al río Cañas, pero son muchos los recursos que se necesitan para obras integrales. Mientras tanto, se realizan trabajos de mitigación. Dijo que a lo largo del año realizaron limpieza de ríos con maquinaria, así como capacitaciones en los comités comunales de zonas con más riesgo. A su juicio, eso ayuda a que no se hayan generado daños mayores.
Sobre el muro de Calle Areneros, dijo que la CNE ya tiene los recursos listos dentro de un plan de inversión. En relación con un puente peatonal que quedó inhabilitado entre San Rafael Abajo y Alajuelita, dijo que ya se realizan las inspecciones con ingenieros municipales y de la CNE para verificar los daños y proceder con las obras de primer impacto, ya que de momento está cerrado.
De igual forma, se trabaja en un muro de gaviones que fue falseado entre San Diego en San Juan de Dios de Desamparados y barrio Concepción de Aserrí. Esa situación cerró el paso vehicular por la zona, pues la calle quedó falseada.
El alcalde de Aserrí, José Oldemar García, afirmó que las inundaciones ocurrieron en los mismos puntos afectados el 16 de setiembre del año pasado, donde fueron 27 casas esta vez las que tuvieron anegamientos e inundaciones, principalmente en barrio Concepción. Aunque tienen orden sanitaria de desalojo emitida desde el año pasado por el Ministerio de Salud, las familias siguen ahí, pues no tienen para dónde irse y por eso se coordina con el Ministerio de Vivienda, pero aún no se ha resuelto nada.
Dijo que ya están adjudicados casi todos los trabajos de reparación en calles, puentes y muros de contención dañados aquella vez. Las obras comenzarán en cuanto llegue la estación seca para evitar que las corrientes de agua que bajan por el río Cañas en estos días den al traste con los trabajos.
Los muros de piedras contenidas entre mallas metálicas (gaviones) que el río daño el año pasado están en barrio Santa Lucía, barrio El Carmen y Concepción y cuestan alrededor de ¢1.000 millones. Ya no se van a usar gaviones convencionales con alambre, porque las piedras que arrastra el río los rompen y dañan.
Para un puente caído cerca del sector conocido como El Chiflón o las tamaleras, la municipalidad aportará ¢138 millones y la CNE unos ¢162 millones, pues la obra se calcula en ¢300 millones.
Los proyectos serán financiados con recuros de la CNE y del propio municipio. El puente que el año pasado se dañó frente a la delegación de la Fuerza Pública de Salitrillos será revisado este viernes por las empresas oferentes y se espera asignar su construcción este mismo año, el costo ronda los ¢138 millones, dijo el alcalde.
Onda débil
Según Roberto Vindas, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), para este jueves la onda tropical N.° 41 pasará sobre nuestro país, pero es más débil que la del martes. Indicó que la interacción de esa onda con la zona de convergencia intertropical va a reforzar las precipitaciones de la tarde.
Habrá aguaceros con tormenta principalmente en el Pacífico y en las montañas del Valle Central, la zona norte y el Caribe.
Reactivan alertas
La CNE dictó alerta amarilla en todo el Valle Central, el Pacífico central (cantones de Puntarenas, Garabito, Parrita) así como en los cantones de Zarcero, Abangares y Montes de Oro y los distritos puntarenenses de Cóbano, Lepanto y Paquera en la península de Nicoya, debido a las lluvias que se esperan durante las tardes de esta semana.
La alerta amarilla implica que la amenaza de lluvias es patente, por lo que se activan los comités municipales de cada cantón. Para el resto del territorio, la CNE dictó alerta verde, es decir, se pide a la población estar muy atenta a las condiciones climáticas.
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Colaboró: Rafael Pacheco G.