Más que recordar la desgracia, los cartagos recordarán este viernes 4 de mayo, el espíritu de sus ancestros de volver a levantar su ciudad en escasos nueve meses, luego del grave terremoto que 108 años atrás sacudió al poblado.
Estas son las palabras de Rogelio Coto, uno de los organizadores de la conmemoración de aquel desastre ocurrido en 1910, cuando la antigua capital colonial quedó en ruinas y al menos 700 personas murieron.
Según la Red Sismológica Nacional, el movimiento tuvo una magnitud de 6,4 grados y, por sus efectos, se considera la peor tragedia en las historia del país. El terremoto se originó en la falla de Aguacaliente.
La actividad del viernes comenzará a las 4 p. m. en la Plaza Mayor, frente a las Ruinas. A las 5 p. m. habrá un tour histórico urbano, organizado por el Movimiento Infinito y a las 6 p. m. se entonará el himno nacional.
Cincuenta minutos después, a la hora del terremoto, se guardará un minuto de silencio, repicarán las campanas de los templos y se activará la sirena de la estación de Bomberos.
La comunidad judía de Cartago también se integrará a esta conmemoración y su rabino, Rafael Salas, tocará el shofar (cuerno), en recuerdo de gran cantidad de familias judías que en aquella época residían allí.
También la Dirección Regional del Ministerio de Educación de la zona instó a escuelas y colegios a que este viernes se guarde un minuto de silencio y se recuerde el cataclismo en alguna de las lecciones.
El historiador Franco Fernández, en su libro Terremoto, señala que Cartago es de las pocas ciudades en el mundo que ha sufrido dos terremotos en menos de un mes. El primero fue el l3 de abril, que dejó los cimientos de las edificaciones muy endebles, y luego un segundo movimiento, el 4 de mayo, que las colapsó.
Ante tanta adversidad y con el vaticinio de que vendrían más terremotos, centenares de familias dejaron Cartago, siendo el éxodo más grande en la historia poblacional costarricense.