
El cantón de Parrita, en el Pacíico central, uno de los que menos incidencia por asesinatos registra en el país y que desde el 2020 no presentaba ese tipo de criminalidad, tuvo dos homicidios la tarde del sábado que obligaron a la movilización de ambulancias, Fuerza Pública y agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El primero de los casos ocurrió a la 1:51 p. m. cuando un sujeto identificado por el OIJ como Antony Eliécer Ortega Mora, de 25 años, iba caminando por el centro de la ciudad, frente al antiguo edificio municipal, cuando pasaron dos hombres en motocicleta y le dispararon en varias ocasiones, causándole la muerte en el sitio del suceso.
Ortega, quien al parecer no tenía oficio conocido, era oriundo de Quepos, vecino de Loma arriba de Parrita, soltero y sin hijos, según datos de Registro Civil.
El segundo asesinato ocurrió a las 6:08 p. m., 75 metros al norte de Artelec, en el centro de Parrita. De nuevo dos sujetos a bordo de una motocicleta llegaron hasta una peluquería, se bajaron y dispararon contra Anthony Gerardo Madrigal Araya, de 28 años, cuando estaba laborando en el sitio como peluquero.
Madrigal era padre de una niña de casi tres años y un bebé de dos meses. Vivía en Pueblo Nuevo y era oriundo de San José, según datos del Registro Civil.
La oficina regional del OIJ afirma que de momento los casos no tienen relación entre sí, pues el perfil de las víctimas es muy diferente y al parecer ni siquiera se conocían. Sin embargo, el modo de operar de los homicidas, a bordo de una moto, con arma de fuego y con varios disparos percutidos contra las víctimas, es investigado por la Policía Judicial para confirmar o descartar que se trate de las mismas personas.
La Cruz Roja informó de que Madrigal presentaba balazos en el tórax y abdomen. Aún con vida lo trasladaron a la clínica de Parrita, donde falleció minutos después de su ingreso.
La Fuerza Pública desplegó operativos en el lugar y tuvo información confidencial sobre varios sujetos armados, por lo que los oficiales se apersonaron al sitio y en las afueras de la casa utilizada como un búnker o sitio para el consumo de drogas, donde decomisaron un fusil de asalto AK-47, así como un arma no letal.
Los agentes judiciales de Parrita realizaron este domingo junto con la Fiscalía un allanamiento en la vivienda, para buscar más indicios y determinar eventuallidades jurídicas, como la posibilidad de procesar alguna de los personas investigadas por portación de arma no permitida, ya que los fusiles de asalto no pueden estar en manos de particulares.
Los detenidos en las afueras del búnker en Pueblo Nuevo de Parrita fueron identificados como de pellido Chinchilla, de 26 años, y Baltodano, de 55, a ellos los acompañaba un menor de 13 años.
Además del fusil AK-47, los agentes judiciales decomisaron dos revólveres calibre 38, la pistola no letal y 141 dosis de crack.
Aunque por ahora el OIJ no relaciona el arma decomisada con los homicidios, se realizarán los análisis balísticos de los indicios recolectados en ambas escenas, para determinar si en alguno de los casos se usó el fusil AK-47 decomisado.
Parrita no tuvo asesinatos el año pasado y solo presentó dos casos en el 2020. En la última década tuvo el pico más alto en el 2019, con cinco víctimas de homicidio y el resto de años no pasó de tres, e incluso en el 2016 y el 2018 no registró ninguno.
El hallazgo de crack y la casa usada para su consumo revelan como a esta comunidad rural, dedicada principalmente a actividades agropecuarias y al turismo, han llegado organizaciones de narcomenudeo.
