OIJ sin identificar a tres personas halladas sin vida el martes

Uno de ellos es un sujeto hallado en un guindo cerca de la represa hidroeléctrica del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) en La Guácima de Alajuela. Se presume que la muerte pudo ocurrir diez días antes, por el avanzado estado de descomposición del cadáver. Debido al tiempo transcurrido, se investiga si podría ser un hombre de 31 años reportado como desaparecido en Santa Ana, aunque la investigación apenas comienza.

Otro caso se refiere a un hallazgo ocurrido la mañana de ese día en Matapalo de Santa Cruz, Guanacaste. Es un sujeto adulto de tez blanca que estaba envuelto en una sábana y un plástico negro. Una mujer que pasaba caminando cerca de un riachuelo en una finca privada divisó el bulto y alertó a las autoridades, quienes confirmaron el hallazgo y enviaron el cuerpo a la Medicatura Forense.

El tercer caso involucra a una mujer a la que le dispararon al menos nueve veces la madrugada del martes, al costado sur de la escuela Ricardo Jiménez Oreamuno, diagonal a la empresa de buses Musoc, en San José. El OIJ aún no tiene detalles adicionales y solo se sabe que podría tratarse de una venganza o ajuste de cuentas, dada la cantidad de disparos que recibió en la cabeza, un hombro, el pecho y una pierna.

La identidad es el punto de partida que la Policía Judicial necesita para tratar de aclarar un homicidio. Tener un cuerpo permite visualizar si la persona fue baleada o apuñalada e incluso si fue asesinada por otras causas, pero es con el estudio de la víctima y su entorno, para lo cual es necesario saber de quién se trata, con el que se puede determinar el motivo del homicidio y así tratar de dar con los responsables.

En muchos casos, los cuerpos ingresan a la Medicatura Forense como XX masculino o XX femenino y lo ocurrido con ellos puede quedar en el misterio si no se logra obtener su identidad. En algunos casos, el OIJ comienza a cotejar con personas desaparecidas en la zona y así logra identificarlas, pero a veces se trata de personas asesinadas en otro lugar y luego trasladadas a un sitio retirado.

Esos cuerpos, así como aquellos que la familia no retira por diversas razones, son sepultados en el cementerio Calvo en San José.