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El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reveló que el cuerpo encontrado el viernes, en una calle entre Palmares y San Ramón, preliminarmente corresponde a Tamara Centeno Murillo, joven de 20 años que estaba embarazada y quien había sido reportada como desaparecida. El cuerpo tiene golpes en diferentes partes.
No obstante, la verificación no ha podido ser completada debido al estado de los restos. La Policía Judicial también confirmó que, en la casa de la muchacha casada con un hombre de 60 años, las pruebas de luminol destaparon rastros de sangre.
El esposo, un estadounidense de apellido Moriondo y quien es el principal sospechoso, fue detenido en el hospital de San Ramón, adonde llegó porque aparentemente se autolesionó; él está a la orden del Ministerio Público.
“El cuerpo preliminarmente presenta golpes varios en diferentes partes. Por el estado en el que estaba, el cuerpo no pudo ser identificado a simple vista, por lo que se estarán realizando algunos otros análisis forenses para terminar de corroborar la identidad, pero preliminarmente se habla de que sería Centeno”, indicó el departamento de la Policía Judicial, a las 3:39 p. m.
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Tamara desapareció el miércoles, tan solo un día después de regresar de un viaje a Europa con su madre, Andrea Murillo. A su llegada al aeropuerto Juan Santamaría, ambas fueron recogidas por el esposo de Tamara.
En declaraciones a la prensa, la madre de la joven reveló que Tamara le informaría a su esposo el embarazo y que probablemente esa noticia generaría un conflicto entre la pareja. Tenía cuatro meses embarazada.
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El miércoles, Andrea intentó comunicarse con su hija, pero no obtuvo respuesta. El jueves volvió a intentarlo, también sin éxito. Para el viernes, desesperada, decidió rastrear el teléfono de Tamara y descubrió que el dispositivo registró movimientos por Puntarenas, Palmares y San Ramón.
“En la última ubicación, vi que estaba en una clínica en San Ramón. Fui a preguntar si tenían a una paciente con su nombre, pero me dijeron que no. Luego, encontramos el celular en un basurero cerca de la clínica, dentro de una bolsa plástica junto con servilletas”, detalló la madre.
El teléfono habría sido localizado en un basurero próximo a una licorera en El Empalme de San Ramón, donde hay cámaras de vigilancia.
Ante la ausencia de noticias de su hija, Andrea decidió acudir a la casa donde Tamara vivía con su esposo, en El Empalme. Ahí encontró a Moriondo dentro de un vehículo, mientras intentaba quitarse la vida mediante intoxicación con humo del automotor y con heridas en las muñecas.
Al presenciar la escena, Andrea comprendió que algo andaba mal. Buscó a su hija en la vivienda, pero no la encontró.
El hombre fue trasladado a un centro médico bajo custodia policial. Esa misma tarde, el aparente cuerpo de Tamara fue hallado envuelto en bolsas plásticas negras en calle La Granja, cerca del límite cantonal entre Palmares y San Ramón.
Fuentes judiciales confirmaron que las bolsas no fueron abiertas sino hasta llegar al Complejo de Ciencias Forenses, en San Joaquín de Flores, con el fin de preservar cualquier evidencia clave para la investigación.
Avanzada la noche del viernes, el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga, indicó que algunas prendas reconocidas por la familia apuntaban a que los restos eran de Tamara.
Centeno contrajo matrimonio con Moriondo en octubre de 2023, 54 días después de cumplir la mayoría de edad.
