Siquirres. La Policía contaba, este lunes, con pocos indicios para localizar a un futbolista, quien el domingo, durante una riña en un partido, disparó una escopeta, mató a una mujer e hirió a otras cuatro personas, que jugaban bingo.
Las autoridades allanaron la vivienda del sospechoso en Pacuarito de Siquirres, Limón, pero su esfuerzo fue infructuoso.
Luis Ángel Ávila, subdirector interino del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), dijo que incluso se emitió una alerta a los puestos policiales en la frontera con Nicaragua, pues se teme que el individuo salga del territorio nacional.
El sospechoso es originario de Nicaragua y se dedica al cuido de caballos.

Hecho. La Policía informó de que este caso se produjo el domingo a las 3:50 p. m., en la plaza de fútbol de una propiedad bananera en Freehold de Pacuarito, Siquirres, adonde jugaban el equipo de la finca contra uno de la localidad de Indiana.
En determinado momento, se produjo un pleito entre dos futbolistas, lo cual obligó a suspender la mejenga.
Luis Ángel Ávila contó que uno de los jugadores se retiró del lugar, pero regresó unos 15 minutos después con una escopeta y amenazó con disparar a la persona con que tuvo el pleito. Un tercer individuo trató de desarmar al sospechoso, pero el arma se accionó y los perdigones impactaron a cinco vecinos que estaban jugando bingo en un salón, a 40 metros de la plaza de deportes.
Anabel Pérez Araya, de 42 años, recibió un impacto en la cabeza. Igualmente, resultaron heridos dos hombres de apellidos Moreno y González, así como dos menores de 11 y 16 años.
Todos fueron llevados en carros particulares a la Clínica de Siquirres. Pérez ingresó fallecida, en tanto los heridos fueron remitidos al Hospital de Guápiles. Únicamente a González lo trasladaron luego al Calderón Guardia, informó el OIJ.
Confusión. Yorly Parra, una mujer que se encontraba en el salón en el cual se jugaba el bingo, dijo que en la actividad podría haber unas 75 personas.
Agregó: “Cuando escuché los disparos, salí corriendo. Me asusté mucho al ver a las personas heridas. Fue algo espantoso”.
Lilliam Núñez, otra vecina de Freehold , expresó que lo primero que hizo fue buscar a sus hijos. “La gente gritaba, lloraba, corría. Todos estaban muy asustados. Yo salí y me llevé a mis hijos a un lugar seguro”, contó.
El bingo lo habían organizado para recaudar fondos con el fin de organizar una actividad para el Día de la Madre (15 de agosto). La fallecida era casada y tenía 15 años de vivir en Freehold.
