El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo la mañana de este miércoles a 21 personas sospechosas de realizar fraudes con un perjuicio económico de unos ¢ 500 millones.
Los agentes aprehendieron a 15 sospechosos durante los allanamientos y otras seis personas fueron detenidas en vía pública, informó la oficina de prensa del Organismo.
El OIJ allanó 15 viviendas y dos locales comerciales en Calle Fallas, San Rafael Abajo y el centro de Desamparados. También se realizaron acciones policiales en San Sebastián, Paso Ancho, San Francisco de Dos Ríos, Pavas y Merced de San José. Otros puntos fueron Alajuelita, Grecia, La Unión y Corralillo en Cartago.
A los detenidos se les atribuye 30 causas de fraude contra personas físicas y jurídicas bajo cuatro modalidades diferentes, realizadas entre enero de 2014 y noviembre del 2015. Las víctimas son de las provincias de San José, Alajuela, Heredia, Cartago y Guanacaste.
El OIJ informó que lograron detener a 17 hombres, con edades entre los 25 y 72 años, y a cuatro mujeres, entre los 26 y 37 años, quienes en apariencia conforman una banda sospechosa de los delitos de estafa, uso de documento falso, falsificación de documento y suplantación de identidad.
En las viviendas se encontraron cheques, datáfonos, sellos, armas de fuego tipo escopeta, títulos de valor, máquinas para alterar cheques, marihuana, tarjetas bancarias y unos 2 millones de colones en efectivo.
En los operativos se contó con el apoyo del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT) y de la Unidad Especial de Apoyo (UEA) de Fuerza Pública.
Cuatro modalidades de estafa. Según la investigación, los sospechosos, mediante robos a viviendas y oficinas, sustraían cheques en blanco a los cuales le falsificaban la firma de sus dueños y les escribían determinados montos de dinero, para cambiarlos en entidades bancarias.
Otra forma de actuar, es que realizaban un depósito bancario por un monto pequeño a la cuenta de una empresa y luego se presentaban a dicha compañía indicando que por error habían depositado ese dinero, por lo que pedían su reintegro.
La empresa le giraba un cheque por el monto depositado, luego alteraban ese monto por una cantidad millonaria y lo cambiaban.
Otro mecanismo es que los sospechosos alteraban los documentos de identidad de los miembros de la banda y colocaban en éstos los datos de otra persona, a quien le habían hecho un trabajo de inteligencia previo.
Una vez que la cédula tenía la información de la víctima, pero con la fotografía del sospechoso, se presentaban a entidades bancarias y retiraban dinero de las cuentas dinero o sacaban créditos.
Un cuarto modo de operar es que los detenidos por medio de documentos falsos, como poderes o certificaciones, cambiaban los nombres de la personas que figuraban como titulares de las cuentas bancarias, para luego presentarse a los bancos y retirar el dinero que había en dichas cuentas.