Pasadas las 9 p. m. de este jueves, Rafael Martínez recibió una llamada que no esperaba: le avisaron que su hija, de 19 años, había sido atacada con un puñal al salir de un gimnasio, ubicado en Rohrmoser, San José.
No sabía nada más. No sabía si estaba en condición estable o delicada. La única manera que tenía para conocer el estado de salud de su hija era yendo hasta el hospital San Juan de Dios, donde estaba siendo atendida; sin embargo, no podía ir porque él vive en Cariari de Pococí, Limón, y no tenía dinero.
Entonces, lo que hizo fue esperar a que su teléfono volviera a sonar. Y así ocurrió unas horas después, con la única diferencia que, esta vez, quien le habló era su propia hija.
"Lo que me dijo era que estaba bien. Sin contarme qué le había pasado, empezó a decirme que sospechaba que su exnovio fue quien la atacó con un puñal en su cara", detalló Martínez, quien agregó que ese excompañero sentimental era muy agresivo y la tenía amenazada desde hace semanas.
El papá aseguró que no le "entendía nada", por lo que le pidió que se calmara y le contara lo ocurrido.
"Me dijo que venía saliendo con su novio del gimnasio como a las 8 p. m. (del jueves). Había dejado el carro al otro lado de la calle, entonces tuvo que cruzar. Antes de montarse al auto aparecieron dos tipos en una motocicleta. Uno de esos sacó una pistola y amenazó a Alex (la pareja); el otro, se lanzó hacia mi hija".
El sujeto sacó un puñal y la hirió tanto en su rostro como en su mano izquierda. Hecho eso, los delincuentes huyeron del lugar. "Esta gente llegó a atacarla a ella, por eso también creemos que fue su exnovio", detalló Martínez.
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Relación 'complicada'. Según el pariente de la víctima, la muchacha se marchó de Cariari de Pococí hace más de medio año para mudarse a Rohrmoser, en San José.
La decisión la tomó porque le había salido un trabajo en un restaurante de esa zona josefina.
Martínez detalló que, durante la estadía en la capital, ella conoció a uno de sus exnovios, con quien mantuvo una relación de unos cuatro meses. "Nosotros lo conocimos, pero no teníamos buena comunicación. Él era una persona muy agresiva, sobre todo cuando tomaba alcohol. Ellos terminaron muy mal, aunque no sé cuáles fueron las razones", recordó.
El papá calculó que ese noviazgo finalizó hace unos dos meses, tiempo en el que la joven comenzó otra relación.
"Desde que ese muchacho se enteró del nuevo noviazgo, la comenzó a amenazar por teléfono, sobre todo. Supuestamente, él la amenazaba por haberlo dejado y por empezar otra relación.
Sin embargo, pese a las advertencias, la muchacha decidió no poner la denuncia ante las autoridades judiciales. "No le tomó la importancia necesaria y, vea, hoy ella está en el hospital", lamentó el padre.