
El juez cuarto de instrucción, Edwald Acuña Blanco, no descarta que un tercer hombre haya colaborado en el asesinato de Carlos Alberto Vargas Hernández, su esposa Marjorie Quirós Tenorio y el hijo de ambos, Carlos José, ocurrido entre el 22 y el 23 de noviembre últimos en Llorente de Tibás,
Así lo hizo ver en el auto de procesamiento por tres homicidios calificados, dos privaciones agravadas de libertad y un hurto agravado, que dictó el miércoles anterior contra los principales sospechosos del triple asesinato, Alexánder Vargas Rojas y Olman Salas Villegas.
Ante esta posibilidad, el juez estimó necesario mantener a los presuntos homicidas tras las rejas, durante 10 días de incomunicación, para que no alteren pesquisas que aún realizan oficiales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
En dicho procesamiento, al que La Nación tuvo acceso por medio de fuentes policiales, el juez razonó que "existen aún elementos de la investigación por concluir, mismos que podrían ser alterados por los encartados, específicamente la existencia de un tercer partícipe..."
Acuña estima como posible la versión según la cual una persona, a bordo de "un vehículo desconocido hasta el momento" habría esperado a Vargas Rojas y Salas Villegas, frente a la casa de las víctimas en barrio Fletcher de Llorente, Tibás.
En refuerzo de esta tesis, el juez reprodujo parte de las declaraciones de la esposa de Alexánder, Fressia Barboza Sánchez, quien aseguró que su cónyuge regresó a la casa de ambos, la mañana del 23 de noviembre último, a bordo "de un taxi pirata color rojo. "Iban Milory (Olman Salas), mi esposo y el chofer del taxi. A este chofer nunca antes lo había visto...", recordó la mujer.
En el documento, de 24 páginas, el juzgador no solo da crédito a las versiones de los niños como principales testigos del hecho de sangre, sino a otras que dieron familiares de los acusados.
Aunque en la fase indagatoria los sospechosos se abstuvieron de declarar, Acuña Blanco incluyó dentro de sus argumentaciones algunas versiones que dieron Salas y Vargas anteriormente frente a la policía. Un extracto de dichas declaraciones, entre otras, se ofrece a continuación:
Lo planearon juntos
"... nosotros habíamos planeado, Olman alias Milory y mi persona, llegar a la casa de Carlos a pedirle información del banco..."
Luego de matar a Carlos Alberto Vargas Hernández, su esposa Marjorie Quirós Tenorio y el hijo de ambos, Carlos José, de un año y tres meses de edad, los procesados --Salas Villegas y Vargas Rojas-- se trasladaron a la agencia del Banco de Costa Rica en barrio González Lahmann, al parecer, en un auto que los esperaba frente a la vivienda de las víctimas.
"Después de ahí nos fuimos al Banco, no preciso la hora, sacamos los cheques, Olman me llevó hasta la casa de él, de ahí me acompañó hasta donde mi abuela donde él se deshizo de una papelería y otras cosas.. se fue para la calle para arriba y las tiró ahí...", sic. (Alexánder Vargas Rojas).
Taxi pirata
Fressia Borboza, esposa de Alexánder, fue quien reveló a las autoridades la existencia de un auto, aparentemente un taxi pirata, en el que se desplazan los sospechosos. Así lo consignó el auto de procesamiento del Juzgado.
"El día jueves 23 del presente año, faltando 10 minutos para las ocho de la mañana, llegó Alexánder acompañado de Milory... Alexánder entró y me dio las armas y una jacket negra de cuero. Todo lo puse en un bolso negro con blanco de mi propiedad. No me dijo nada. Eso sí, me preguntó si ocupaba plata y me dejó quinientos colones... tiró la puerta y se fue."
La existencia del misterioso auto es también mencionada varias veces por el juzgador en su fallo.
"...Los aquí imputados huyeron de la vivienda en mención utilizando para ello un vehículo --desconocido hasta el momento--que los esperaba en las afueras de la casa..."
Asimismo, lo revelado por Barboza, en el sentido de que "ellos --Alexánder y Olman-- iban en un taxi pirata color rojo... faltando diez minutos para las ocho de la mañana", es para el Juzgado Cuarto de Instrucción "temporalmente lógico" con lo que afirma Gaudelia Rojas Alvarez --abuela de Alexánder-- quien sostiene que el presunto homicida la visitó en Guatuza de San Rafael de Poás, Alajuela, "poco antes de las diez de la mañana".
"Alexánder llegó a mi casa de sorpresa, él no me había manifestado nada. El llegó con un muchacho moreno, alto, delgado, de pelo negro, medio crespillo, de pelo corto..", relató al Juzgado la señora Rojas.
Móvil de matanza
Al analizar el posible móvil del triple asesinato, en el procesamiento se atribuye la muerte de Carlos Alberto Vargas Hernández al afán de obtener de él, mediante golpes y heridas de puñal, las llaves, las combinaciones y el control remoto que les permitirían introducirse en la agencia del BCR.
El asesinato de la esposa del funcionario bancario, Marjorie Quirós Tenorio, a quien primero le propinaron varias patadas y luego atacaron con un cuchillo, cree el Juzgado Cuarto de Instrucción que se ejecutó en "un claro afán de asegurar el resultado de la acción ilícita evitando un eventual reconocimiento".
Finalmente, estimó que acabar con la vida del niño Carlos José, de un año y tres meses fue un acto --"alevoso", según el juez--, que tenía como propósito callar su llanto y, evitar, así, ser descubiertos por los vecinos de la familia masacrada.
Colaboró con esta información Giannina Segnini, periodista de La Nación.