Diferencias personales habrían llevado a un habitante de la calle, de apellido Fernández, a asfixiar a Amira Rodríguez Angulo, de 41 años, quien era guía turística en Tortuguero, Pococí, y cayó en la indigencia tras quedar desempleada con la llegada de la pandemia.
Amira apareció sin vida cerca de la iglesia de Hatillo 6, el 15 de febrero de 2022. Al momento del hallazgo, la víctima no estaba identificada y presentaba una bolsa plástica en la cabeza.
El caso llegó a juicio en los Tribunales de Pavas el 13 de setiembre, día en que Fernández admitió su culpabilidad, se sometió a un procedimiento especial abreviado y aceptó una condena de 12 años de prisión. Por su parte, la imputada Quesada Jiménez prefirió someterse a un juicio oral y público, el cual se llevó a cabo este lunes 16.
Al finalizar el juicio, el Tribunal Penal absolvió a Quesada de toda pena y responsabilidad debido a dudas que no pudieron resolverse durante el proceso. El Tribunal ordenó su inmediata libertad, ya que se encontraba en prisión preventiva.
Según la acusación de la Fiscalía, el 15 de febrero, Amira Rodríguez fue golpeada con un trozo de madera y, posteriormente, trasladada a un costado del templo, donde fue asfixiada.
Amira era madre de dos adolescentes, hoy de 17 y 13 años, y de un niño de 6 años. Nativa de Liberia, Guanacaste, estudió en la Universidad Nacional y trabajó como guía turística en Tortuguero, Pococí. Vivía en La Aurora de Alajuelita.
En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.