Un hombre de origen búlgaro utilizó modernos dispositivos para clonar tarjetas de débito, con los cuales sustrajo al menos ¢34 millones a clientes bancarios en la Gran Área Metropolitana (GAM).
El foráneo, identificado como Boyco Kirilov Tsvetanov, de 39 años, fue arrestado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) el pasado viernes 7 de julio en un apartamento ubicado en Trejos Montealegre, en Escazú, San José.
De acuerdo con Karla Chinchilla, jefa de la Unidad de Bancos de la sección de Fraudes del OIJ, el extranjero ingresó a Costa Rica el 21 de junio y un día después comenzó con la clonación de tarjetas.
En un lapso de 15 días, entre el 22 de junio y el 6 de julio de este año, la Policía Judicial recibió 27 denuncias con un perjuicio económico de ¢22,5 millones. Sin embargo, cuando el extranjero fue detenido tenía ¢34 millones en efectivo, por lo que las autoridades creen que hay personas que aún no han detectado la sustracción de dinero de sus cuentas.
Modo de operar
Para robar la información, el sujeto usaba unos modernos aparatos que sirven para robar la información de la tarjeta llamados skimmers y una microcámara.
A diferencia de otros skimmers que se han detectado en el país, estos no se instalan en la ranura del cajero automático, sino que son una placa metálica que se insertan al igual que una tarjeta y caen en el compartimento donde llega la banda magnética, por lo cual no puede ser detectado por los usuarios.
"Antes era más facil (detectarlos), porque los skimmers eran más expuestos. Desgraciadamente están usando dispositivos que son del tamaño de una tarjeta (...). No hay manera de que alguien se dé cuenta de que ahí están", manifestó Chinchilla.
Los estafadores, además, se las ingenian para colocar microcámaras en lugares poco visibles para los clientes bancarios. Por ejemplo, se han encontrado cámaras en los detectores de humo y hasta pegadas en chicles, detalló la funcionaria.
"La medida de precaución que recomendamos nosotros es tapar la clave, porque igual se roban la información de la tarjeta, pero (los estafadores) no van a poder hacer el retiro", dijo Chinchilla.
Para sacar el dispositivo, el foráneo utilizaba una especie de gancho y una vez que tenía el skimmer con la información de tarjetas las clonaba con plásticos en blanco o tarjetas bancarias de regalo. Precisamente, en la casa allanada se le encontraron 300 tarjetas, así como los dispositivos.
Los cajeros automáticos donde Kirilov efecutaba el atraco están ubicados en Sabanilla de Montes de Oca, Guadalupe de Goicoechea, Tibás, Zapote, Heredia, Alajuela, Hatillo, Alajuelita y Curridabat.
Según el OIJ, son de diferentes entidades financieras, tanto estatales como privadas.
Además, la investigación policial permitió determinar que los robos ocurrían entre 5 a. m. y 8 a. m., así como de 8 p. m. a 10 p. m.
"A él (Kivilov) se le detuvo luego de una vigilancia que se hizo en un cajero automático de Calle Blancos, se le dio seguimiento y se arrestó en el departamento", mencionó Chinchilla.
Esta, dijo la oficial, es la primera vez que el imputado registra un ingreso al país y están averiguando con la Policía Internacional (Interpol) si tiene causas en el extranjero.
El pasado viernes, el Juzgado Penal de Goicoechea le impuso seis meses de prisión preventiva.
La Policía recomienda que, en caso de que el estado de cuenta de un cliente refleje un movimiento extraño, el afectado se comunique con el banco correspondiente.
El 19 de febrero anterior, la Policía Judicial detuvo a dos jóvenes de origen rumano que saquearon ¢75 millones a través de clonación de tarjetas.
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Chinchilla agregó que esto se ha convertido en un delito muy común por personas que vienen de Europa del este. "Van a países como México y a otros de América Latina a cometer las estafas", agregó.