Un hombre de apellido Chacón permanecerá cuatro meses más en prisión preventiva mientras avanza la causa penal en su contra por el asesinato de una mujer, su pareja sentimental y su hijo de 11 años, quien soñaba con convertirse en piloto.
Así lo resolvió el Juzgado Penal de Batán al ampliar la medida cautelar por tres delitos de homicidio calificado, relacionados con un violento ataque perpetrado el 24 de agosto del 2024, en Santa Marta de Batán, Limón.
Según la investigación del Ministerio Público, Chacón y otros individuos llegaron armados con fusiles AK-47 a una vivienda donde se encontraban las víctimas. En el sitio estaban Yocelyn Rodríguez Berrocal, su pareja identificado como “Popeye”, y presunto blanco del ataque, y su hijo. Todos fueron acribillados.
El menor fue el único que fue rescatado con vida esa tarde. Sin embargo, murió dos días después en el Hospital Nacional de Niños (HNN), pese a los esfuerzos médicos. Había recibido heridas graves en el abdomen y fue sometido a cuatro cirugías.

“Fue imposible salvarlo de las garras de la muerte”, lamentó entonces el director del centro médico, Carlos Jiménez.
Chacón fue detenido en octubre del 2024 durante allanamientos realizados en Matina, Limón, y desde entonces permanece bajo prisión preventiva.
La Fiscalía también vincula a otros tres hombres con el caso: Jonathan Pérez Méndez, alias “Tan”; Jordy Pérez Sánchez, alias “Chapulín”; y Eddy Martínez Angulo. Según la investigación, estos sujetos habrían salido de una finca bananera para cometer el crimen y uno de ellos habría coordinado el ataque vía telefónica.
“Mamita, te quiero mucho”
El crimen ocurrió mientras la familia celebraba el cumpleaños número 29 de Yocelyn. Su madre, doña Johana Berrocal, recordó que estaba en el baño cuando los asesinos ingresaron a la casa.
Antes del tiroteo, su nieto la abrazó y le dijo: “Mamita, te quiero mucho”. Minutos después, ella escuchó las ráfagas de disparos.
“Él sabía lo que estaba pasando”, dijo la abuela al narrar que el niño estaba consciente cuando fue llevado al hospital local. Posteriormente, fue trasladado en un vuelo ambulancia a San José.
Doña Johana describió a su nieto como un niño alegre, amante de los dinosaurios y del fútbol, que soñaba con pilotar aviones.
“Se emocionaba cada vez que pasaban avionetas o aviones. Siempre decía que quería ser piloto”, contó tras el funeral de su hija.
El caso sigue bajo investigación y las autoridades no descartan nuevas imputaciones. La Fiscalía busca probar que el crimen fue ejecutado por un grupo criminal organizado, y que el menor fue asesinado como parte de la represalia contra “Popeye”.
