El oficial del OIJ que murió la noche del martes en un tiroteo con una banda de asaltantes cayó mientras intentaba cerrarle el paso a los hampones.
Así se lo comisionaron sus superiores como parte de la emboscada que la sección de Robos tendió a una banda sospechosa de saquear viviendas en el distrito josefino de Mata Redonda.
Desde octubre, los agentes seguían la pista a la organización, cuyos miembros son vecinos de Hatillo (San José).
El martes, pasadas las 7:30 de la noche, los malhechores ingresaron a una vivienda 400 metros al sur de la Contraloría General.
Con una barra metálica forzaron la puerta principal, pero como no cedió optaron por falsear las rejas de una ventana.
Por allí ingresaron al inmueble. Los hombres, de acuerdo con un agente del OIJ, cubrían sus manos con guantes. El grupo viajaba en un Nissan Almera de alquiler, al que colocaron las placas de un Nissan Sentra.
Los investigadores llegaron al sitio en pleno saqueo. El agente Ronny Javier Sojo Chacón, de 40 años de edad, viajaba en uno de los carros comisionados para detener el escape de la banda.
Acción. “Nosotros no estábamos en ese sitio por azar, sino como parte de un seguimiento.
“Como no sabíamos si había gente de la casa, decidimos esperar a que salieran a la calle, donde el riesgo de enfrentarlos sería menor. Al activarse la alarma (de la vivienda) se desorganizaron”, dijo Francisco Segura, subdirector de la Policía Judicial.
Uno de los sospechosos corrió hacia un parque, donde fue aprehendido. Otro fue capturado en un techo. Los últimos dos hampones escaparon en el Almera.
Los individuos sortearon el primero de los vehículos policiales que les cerró el paso. Para eso tuvieron que subirse a una acera y tumbar algunos arbustos.
Al carro del agente Sojo le correspondió el segundo cierre. El oficial se bajó del vehículo, en procura de una mejor posición de disparo. En ese momento resultó herido. La bala –Sojo dijo a sus compañeros que lo atacaron con una escopeta– ingresó por un costado, que el chaleco protege menos.
El agente falleció en el Hospital San Juan de Dios. Los hampones, por su parte, abandonaron el Nissan Almera en un parqueo del estadio de Alajuelita.
El carro presentaba marcas de varios impactos de bala. Sixto Retana, guarda, dijo no haberse percatado de la llegada del carro.
Los sujetos detenidos son de apellidos Ovares y Venegas. Ambos tienen antecedentes delictivos por robo agravado.
Ronny Sojo ingresó al Poder Judicial como conserje en 1998. Ese mismo año fue nombrado como oficial de Cárceles y de allí pasó a Inspecciones Oculares antes de ir a la sección de Asaltos.
En una ocasión el investigador se hirió de bala en una pierna durante un operativo.