San José (AFP). La Policía negó este jueves que en Costa Rica operen maras o pandillas violentas, al desvirtuar las afirmaciones de un funcionario de El Salvador que declaró que bandas del crimen organizado habían trasladado operaciones a este país.
Las "maras no operan en el territorio costarricense", dijo el director general de la Fuerza Pública de Costa Rica, comisario Erick Lacayo, al rechazar las declaraciones del director del Consejo Nacional de Seguridad Pública de El Salvador, Oscar Bonilla.
"Las autoridades costarricenses han mantenido desde hace tiempo monitoreos constantes, que nos permiten afirmar que estos grupos de jóvenes denominados 'maras' no operan en el territorio costarricense", expresó Lacayo.
Bonilla había declarado a la AFP el miércoles que en Centroamérica "las pandillas salieron del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), y ya operan en Nicaragua y Costa Rica, donde se estarían elevando los niveles de violencia".
El funcionario salvadoreño declaró además que "las pandillas o maras en la región están comprando armas en el mercado negro con fondos que en forma ilícita hacen de las extorsiones, secuestros, de la venta de droga y de la colaboración con los carteles".
Bonilla dijo que El Salvador ha "redoblado" esfuerzos con las policías de los países del istmo por evitar el trasiego de armas por puntos ciegos de las fronteras.
"A nivel regional hay preocupación, porque se observa un incremento de la violencia, y al igual que en El Salvador, las pandillas se han nutrido de más armamento industrial", enfatizó Bonilla.
Para contener las maras, Estados Unidos comenzó a hacer los desembolsos de los primeros fondos de la Iniciativa Mérida, que para el presente año fiscal contempla unos 80 millones de dólares para Centroamérica, República Dominicana y Haití.
En México y Centroamérica, principalmente en Guatemala, El Salvador y Honduras, operan entre 90.000 y 100.000 pandilleros, la mayoría jóvenes marginados, muchos de ellos deportados desde Estados Unidos, según estimaciones oficiales.