Bijagua, Upala. Una colegiala de 14 años apareció el martes en la noche estrangulada en una poza en la localidad de Zapote, en Bijagua de Upala, Alajuela.
La menor desapareció el mismo martes poco después de las 12:30 p. m. cuando su madre la mandó a comprar pañales a una pulpería situada a tres kilómetros de la casa.
La víctima fue identificada como Yaricxa Miranda Obando, quien era alumna de octavo año del Liceo de Bijagua de Upala.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fuerza Pública informaron de que el cadáver de la menor estaba boca abajo, con signos de estrangulamiento y con dos piedras encima de la cabeza para mantenerlo sumergido.
Al cierre de esta edición trascendió que agentes del OIJ de Cañas, Guanacaste, trasladaron a un sujeto a la Medicatura Forense para tomarle muestras de pelos y semen, pero no estaba en calidad de detenido.
Interceptada. Silvia Obando, madre de la colegiala asesinada, dijo que su hija salió de la casa a las 12:30 p. m. “Ella iba a una pulpería al pueblo El Jardín a comprar pañales para mi otra hija de un año” dijo la mujer.
La víctima debía caminar tres kilómetros para hacer el mandado. En otras ocasiones lo había hecho y duraba máximo dos horas.
La Policía determinó que Yaricxa Miranda fue interceptada cuando había caminado un kilómetro y se encontraba cerca de cruzar el puente sobre el río Zapote. Ese lugar es solitario y, según confirmaron la Fuerza Pública y vecinos, el año anterior otras dos mujeres fueron atacadas por un individuo en ese mismo lugar, pero lograron huir.
La familia de la colegiala comenzó a preocuparse porque no regresaba alrededor de las 4 p. m. En principio, su madre creyó que se había quedado donde alguna amiga. Sin embargo, desde las 6 p. m. comenzaron a preguntar y como a las 9 p. m. nadie sabía de ella dieron aviso a la Fuerza Pública de Bijagua. De inmediato 20 vecinos de Zapote iniciaron la búsqueda.
Manuel Rodríguez, una de las personas que organizó la labor, dijo que se dividieron en dos grupos, uno de los cuales se dirigió al sector del puente sobre el río Zapote.
Agregó que fueron a ese lugar por el antecedente del ataque a las dos mujeres. Rodríguez dijo que él se adentró unos 15 metros en la montaña y fue cuando, en una poza de poca profundidad, observó el cuerpo.
“Estaba boca abajo, semidesnuda. Los pantalones los tenía en las rodillas” , manifestó el testigo.
El cuerpo fue levantado por agentes del OIJ ayer a las 2 a. m.
Las autoridades hallaron en una bolsa del pantalón de la colegiala un billete de ¢5.000 que la madre le dio para comprar los pañales. Empero, hasta ayer no había aparecido un bolso de cuero que llevaba la menor. Colaboró: el periodista Carlos Arguedas C.