Una madre acudió al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para denunciar el ataque del que fue víctima su hijo de siete años, en un área interna de Multiplaza Escazú, la noche del sábado, por parte de un perro de la raza pitbull, el cual caminaba por el comercio sin un bozal.
Melissa Gutiérrez se quejó del trato recibido por Multiplaza mediante una publicación en redes sociales. A la empresa le reprochó por la supuesta falta de protocolos para atender situaciones de este tipo.
Además, contó a La Nación lo que sufrió su hijo. “Él me dijo: ‘mami, yo pensé que el perro venía detrás de mí y yo ocupaba salvarme’. Lloraba, temblaba, se puso pálido, tuve que darle un refresco con azúcar, porque ni un confite nos ofrecieron”, agregó.
Tras salir del OIJ, la vecina de Escazú contó a este diario que este lunes a primera hora acudirá con el menor a Medicatura Forense para que sea valorado y reiteró lo publicado en redes sociales.
La Nación solicitó, a las 2:28 p.m. de este domingo, una versión de Multiplaza. Sin embargo, al cierre de esta nota la solicitud estaba en trámite.

La denuncia
En sus redes sociales, Gutiérrez narró lo que les sucedió la noche del sábado: “Gracias a Dios la herida no fue más grave, pero hoy fue mi hijo y mañana podría ser cualquier otro niño que no corra con la misma suerte. Esto pudo terminar en una tragedia”.
En su mensaje agregó: “Lo más indignante es que, en un centro comercial que se anuncia como pet friendly, no existan protocolos claros para emergencias así“.
Según denunció la mujer, el ataque ocurrió a las 7:15 p.m. del sábado, cerca de las gradas eléctricas del primer piso de la primera etapa de Multiplaza, ubicado en Guachipelín de Escazú. La madre del menor, quien cursa el segundo grado, lamentó el tiempo que duró en ser atendido su hijo Mateo.
“La ambulancia se llamó únicamente porque yo lo pedí. Pasaron más de 15 minutos para hacer la llamada y me dijeron que se atrasó porque estaba atendiendo a otro cliente, pero el personal de la ambulancia me confirmó que su tiempo de reacción fue de 14 minutos... aun así, Mateo recibió atención casi 30 minutos después de la mordida”, escribió la mujer en Facebook e Instagram.
Además, agregó que solo una empleada de Multiplaza la atendió, pero a su criterio carecía del conocimiento y herramientas para manejar la situación, luego se sumó el coordinador de Seguridad del centro comercial.

“Yo le dije ¿cómo me resuelve a mí esto? ¿Quién me da opciones, soluciones? Y él me dijo: es que a esta hora no hay nadie que le pueda responder eso, porque el encargado trabaja de lunes a viernes” dijo Gutiérrez.
Según relató, unos 15 minutos después llegó una ambulancia privada para atender al niño y se consultó por la póliza que cubre ese tipo de emergencias.
“Mi hermana preguntó ¿cuáles son las pólizas, cuál es la cobertura, a cuál hospital nos tenemos que dirigir, con quién tienen el convenio? El señor no supo responder absolutamente nada, fue solo como, vaya donde usted quiera y pide facturas y el lunes se sienta ahí con ese señor a ver qué le resuelve, esa fue la frase”, puntualizó la madre del niño.
La denunciante enfatizó en que nunca tuvo contacto con algún gerente o representante legal del centro comercial.
Reclamo de daños
Melissa Gutiérrez adelantó que contactó a un abogado para que la asesore en el proceso, pues está dispuesta a reclamar una indemnización por los daños sufridos por su hijo.
Para el abogado penalista, Julio Córdoba Elizondo, en este caso tanto los dueños de animales como los comercios deben tener claras las reglas para la convivencia en espacios compartidos, como tiendas o centros comerciales.
“En la sociedad actual el concepto de pet friendly invita a los dueños de mascotas a visitar establecimientos comerciales, pero tanto los propietarios como los establecimientos deben ser conscientes que esto no puede implicar una licencia para romper reglas de higiene o constituir un peligro para la seguridad, máxime que la visita a un centro comercial se presupone como una experiencia segura y recreativa”, explicó el penalista.
Córdoba agregó que, en caso de que el dueño del can sea ubicado, podría recibir una pena de cárcel por el descuido que provocó el daño al menor.
“El lamentable incidente no parece derivar de intencionalidad del propietario, sino de negligencia del mismo, quien puede ser denunciado penalmente por descuido con animales”, explicó en referencia al artículo 130 bis del Código Penal, que aplica cuando se suelta a un animal peligroso con evidente descuido y daña a otra persona. En estos casos, la pena es de seis meses a un año.
En cuanto a las responsabilidades de centro comercial, el litigante puntualiza que también se expone a sanciones de tipo civil.
“Tiene responsabilidad civil de naturaleza extracontractual que también puede ser reclamada en la vía legal, máxime que en este caso, reitero que según la información disponible, no se trata de un perro que huyó de su dueño en las inmediaciones a lo interno del centro comercial, sino estuvo paseando en las instalaciones con quien parece ser su propietario”, explicó Córdoba.
En mayo anterior, este medio publicó que un hombre rechazó tener responsabilidad luego de que su perro saltara la cerca de su casa y atacara a otra mascota, al grado de fracturarle una pata. Alegó que no existía evidencia suficiente para demostrar que los daños fueron consecuencia del ataque, pero la dueña del animal afectado llevó el caso hasta los tribunales de justicia.
Sin embargo, la disputa fue tramitada, en primera instancia, ante el Juzgado Civil, Trabajo y Familia de Puriscal, el cual determinó que el dueño del Bull Terrier sí tenía responsabilidad y le ordenó pagar ¢400.000, al considerar que era la suma comprobada y razonable para el caso, dicha sentencia fue ratificada por Tribunal Segundo de Apelación Civil de San José.
