Con apariencia de compradores confiables, una pareja de La Rita de Pococí montó una operación digital para estafar a vendedores de buena fe en redes sociales. Según el Ministerio Público, esta pareja, usando la plataforma Marketplace, de Facebook, le hacía creer a las víctimas que habían pagado por artículos como celulares y consolas de videojuegos, cuando en realidad solo enviaban comprobantes bancarios falsos.
Después, coordinaban servicios de transporte para retirar los productos, dejando a los vendedores con las manos vacías y sin el dinero.
Se sospecha que la pareja logró engañar al menos a 20 personas, generando un perjuicio económico que asciende a ¢5.470.900.
Tras una investigación de la Fiscalía Adjunta de Fraudes y la Sección Especializada contra Estafas y Fraudes del OIJ, los sospechosos fueron detenidos durante un allanamiento en su vivienda, donde se decomisó evidencia digital relevante para el caso.

El principal imputado es un hombre de apellidos Borbón Zúñiga, quien ahora deberá cumplir tres meses de prisión preventiva por el presunto delito de estafa. Su pareja sentimental, una mujer de apellidos Chinchilla Vargas, quedó en libertad pero con medidas cautelares: impedimento de salida del país, prohibición de contactar a las víctimas, firma periódica cada 15 días y con obligación de conseguir un trabajo formal en un mes.
Según la causa 24-009944-0042-PE. Las autoridades no descartan que existan más víctimas y piden a cualquier persona que haya sido estafada con un modus operandi similar, presentar la denuncia ante el OIJ.
¿Qué es la estafa del comprobante falso?
Una de las formas más comunes de estafa actualmente en Costa Rica es la del comprobante bancario falso, una modalidad que afecta principalmente a personas que realizan ventas a través de plataformas digitales como Marketplace, WhatsApp o redes sociales.
Según advierte el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los estafadores se hacen pasar por compradores interesados en artículos publicados en Internet. Incluso muestran disposición para pagar el monto completo sin pedir rebajas, con el fin de generar confianza en la víctima.
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Una vez que el vendedor y el supuesto comprador acuerdan un lugar y hora para realizar la entrega, los delincuentes solicitan los datos bancarios para efectuar la transferencia. Minutos antes del encuentro, el vendedor recibe en su celular un comprobante de supuesto pago, el cual aparenta ser auténtico.
El comprador, en lugar de presentarse, envía a una tercera persona, generalmente un conductor de plataforma o mensajero, para recoger el artículo. Confiando en el comprobante recibido, el vendedor entrega el bien sin verificar que el dinero haya sido acreditado en su cuenta bancaria.
No es hasta después, al revisar los movimientos de su cuenta, que la víctima se percata de que el dinero nunca fue depositado y que fue víctima de una estafa.
Recomendaciones
El OIJ insta a las personas que venden artículos en línea a nunca entregar un producto sin verificar primero en su cuenta bancaria que el dinero fue recibido, sin importar si el comprador insiste en que puede tardar más de 24 horas en reflejarse.
Además, advierten no caer en otro engaño común: llamadas de supuestos funcionarios bancarios que confirman verbalmente la transacción. En la mayoría de los casos, estas personas también forman parte de la estructura criminal.
“La confianza en un comprobante no es suficiente. El único respaldo real es ver el dinero depositado directamente en su cuenta”, recalcan las autoridades judiciales.