
Una mujer de 48 años murió este martes por la mañana en Sabana Grande de Nicoya, Guanacaste, al parecer, por la picadura de una abeja.
La víctima fue identificada como Juana Mayra Ortiz Ortiz, quien era alérgica.
Así lo confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), cuyos agentes levantaron el cuerpo este martes y en una revisión superficial no le encontraron picaduras, por lo que entrevistaron a una amiga de la mujer, quien relató que en la mañana Ortiz la llamó para decirle que la había picado una abeja.
El Cuerpo de Bomberos recibió la alerta del incidente a las 6:54 a. m. y cuando llegaron al sitio el cuerpo se encontraba a un lado de un camino de lastre.
Al parecer, la víctima viajaba en bicicleta cuando fue atacada por el insecto.
"La Cruz Roja la declara fallecida. Al llegar no había abejas en el sitio", mencionó Andrés Céspedes, supervisor de turno de Bomberos.
Según la versión de la vecina de la zona, la fallecida le contó que la habían picado y le dijo que ocupaba que la fueran a topar porque se sentía débil; no obstante, a pesar de dar la alerta, la mujer pereció.
Ortiz era oriunda de Santa Cruz y madre de cuatro hijas con edades entre los 19 y 27 años.

El año pasado el Cuerpo de Bomberos atendió 18.000 incidentes causados por animales, de ellos, 381 emergencias por ataques de abejas.
Un adulto mayor falleció en Golfito y un hermano de este sobrevivió al verse sorprendidos por un enjambre en un palmar en agosto del 2017.
LEA MÁS: Adulto mayor muere por ataque de abejas en Golfito
Otro caso grave ocurrió en el 2008, cuando un profesor del Tecnológico falleció en San Carlos, luego del ataque de abejas alteradas por el ruido de una chapeadora.
LEA MÁS: Abejas matan a profesor del Tecnológico durante práctica
Entre diciembre y abril es cuando ocurre la mayor reproducción de los enjambres, porque en esta época es cuando las abejas se alimentan mejor, debido a que hay mucha floración en los árboles.
Asistencia rápida es vital
De acuerdo con Ana Elvira Salas, directora del Centro Nacional de Control de Intoxicaciones, si una persona está predispuesta por alergias o porque anteriormente sobrevivió a un episodio de picaduras, existe la probabilidad de que un solo piquete le lleve a la muerte si no se le atiende a tiempo.
Se trata de una Anafilaxis severa. Si la persona es atendida inmediatamente puede salvarse al acudir a una farmacia o a un centro médico donde le suministren los medicamentos y que le puedan abrir las vías aéreas. Generalmente el tiempo que se tiene son 20 minutos para salvar a una persona con una crisis severa.
En el caso de Guanacaste, dijo que será la autopsia la que determine lo ocurrido, pero no descartó que si fuera una persona alérgica, no depende de la cantidad de veneno que reciba, es decir, si fueron muchas abejas o si fue una sola.
Recordó que, además del sistema 9-1-1 existe un teléfono directo al que se puede llamar en casos de emergencias y es el 22231028, que trabaja las 24 horas los siete días de la semana.
Ahí les dan un paso a paso sobre lo que deben hacer y se coordina de inmediato el envío de socorristas, ya que en caso contrario la persona puede morir por obstrucción respiratoria o colapso cardiovascular.
Las picaduras pueden ser de abejas o también de avispas.
Las reacciones iniciales de que hay una emergencia son la aparición de puntos, hinchazón, nariz congestionada y estornudos, explicó Salas.
Luego viene un enrojecimiento del cuerpo, la persona siente que se asfixia y se le cierran las vías aéreas.
Cuando está siendo abordada en un centro médico, la persona que sufre un caso severo se pone pálida, débil, piel fría y estado de shock, por eso hay que trabajar el caso rápidamente.
Estos casos son tratados en primera instancia con antihistamínicos inyectados y esteroides, al mismo tiempo que el paciente es entubado y recibe respiración asistida, acotó.
Prevención es la mejor arma
Luis Enrique Fernández, médico del Cuerpo de Bomberos, indicó que la mejor arma contra el ataque de abejas es la prevención.
Dijo que aunque una persona no sea alérgica, debe evitar aproximarse a las colmenas o panales y más bien hay que alejarse lo más posible.
"Ellas responden a estímulos fuertes, a olores a colores, lo cual va a propiciar un ataque en defensa de su territorio", sostuvo.
Afirmó que hay sustancias que el insecto deja al picar y que son perceptibles por las demás abejas, lo que puede atraer a otras y eso agrava el problema.
Información actualizada a las 2 p. m. con datos de Bomberos y del Centro Nacional de Control de Intoxicaciones.
Colaboró el periodista Carlos Arguedas.

