Un posible exceso de velocidad, unido a que al momento del choque llovía de forma torrencial, fueron los factores que se combinaron este domingo para provocar el grave accidente en la ruta 27, en el cual murieron cinco personas.
La Policía del Tránsito y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informaron de que también debe tomarse en cuenta de que el chofer de uno de los vehículos involucrados (un Honda Civic de 1988) no aparece inscrito como conductor y que ese auto no cuenta con la revisión vehicular al día. El dueño debió llevarlo a prueba en agosto pasado.
El choque sucedió en el kilómetro 56 de la carretera, conocido como la Chanchera, en Coyolar de Orotina, Alajuela. Se trata de una recta con buena visibilidad, donde hay cuatro carriles, pues a los lados existe bahías para paradas de autobuses. Ahí la velocidad máxima es 80 kilómetros por hora.
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Los vehículos involucrados en el hecho son un Honda Civic DX, modelo 1988, color celeste y con capacidad para cinco personas y un Dahaitsu Terios, modelo 2005, color plateado y con igual capacidad.
Del Honda perdieron la vida Norma Cristina Molina González, de 39 años y sus hijos: un niño de siete años y Marco Jafet Peraza Molina, de 21 años (conductor); así como un amigo de la familia: Jason Alberto Mora Guerrero, de 22 años. La familia era vecina de San Mateo y Jason Mora de San Pablo de Turrubares.
El quinto muerto es Gilbert Umaña Rodríguez, de 77 años, vecino de Río Oro, en Santa Ana de San José. Este hombre viajaba en el asiento de atrás en el vehículo Terios.
Debido al suceso, cuatro mujeres resultaron heridas. Se trata de Angélica Campos Méndez, de 18 años; así como Wendy Cristina Núñez Rivera, de 31 años; su madre María Elena Rivera Umaña, de 58 años y María Eugenia Umaña Umaña, de 68 años (ella es la esposa de Gilbert Umaña). La primera viajaba en el Honda y las otras tres en el Terios, que era manejado por María Elena Rivera.
Fuerte impacto
Freddy Jiménez Bermúdez, oficial de la Policía del Tránsito de la delegación de Orotina y quien estuvo presente en el sitio del percance, confirmó que el choque ocurrió cuando en el lugar llovía de forma torrencial.
Explicó que el vehículo Honda se dirigía en dirección Orotina-Caldera, en tanto el Terios en dirección contraria.
Precisó que personas que observaron el hecho dijeron que el vehículo Honda, por razones que se ignoran, primero derrapó y luego comenzó a dar vueltas, situación que lo lanzó al carril contrario.
Jiménez dijo que el Terios golpeó con la trompa la parte de atrás del Honda. Ambos carros quedaron en el carril que conduce a Orotina.
En el sitio murieron cuatro personas. La quinta víctima: Norma Cristina Molina falleció en el Hospital Monseñor Sanabria, de Puntarenas.
Iban a recoger comida
Andrés Peraza Molina, hijo de Norma y hermano de Marco y el niño de 7 años, dijo que sus familiares se dirigían a la soda La Pista, ubicada cerca del peaje de Pozón, frente a la delegación del Tránsito y que está a kilómetro y medio del sitio del accidente.
"Ellos iban a traer la comida para la fiesta de mi abuelo, que estaba celebrando los 75 años. Yo hubiera ido con ellos, pero como estaba con mi novia, no quise dejarla sola", manifestó.
Peraza explicó que la soda es propiedad de su madre y que Jason Mora viajaba en el auto pues era el mejor amigo de Marco. También iba Angélica Campos, la novia de Marco.
"Le puedo decir que en la fiesta, bueno era un queque y una comida familiar, no había licor", manifestó Andrés Peraza, quien admitió que su hermano no tenía licencia pues había perdido varias veces la prueba práctica. "Ya estaba listo para ir de nuevo, pero le faltaba Riteve al carro", agregó.
El funeral de la madre y los dos hijos será este martes a las 10 a. m. en la iglesia católica de San Mateo, en Alajuela.