Daniel Vega Ordoñez, hijo menor del abogado penalista Henry Vega Salazar, fallecido este martes al caer de su caballo mientras participaba en el tope, afirmó este miércoles, vía telefónica, que esperan velar a su padre esta noche en la capilla Don Bosco en San José.
"Yo fui el primero en llegar al hospital. Supe que producto del golpe tuvo una hemorragia en el cerebro. La hemorragia empezó a hacer presión en el cerebro y presionaba un nervio que era el que hacía que el corazón trabajara, lo que le generó un paro, lo revivieron, le dio otro y al tercero falleció", dijo Daniel Vega.
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Daniel, de 29 años, quién también es abogado y trabajó los últimos diez años con su padre. expresó que tanto a él como a sus dos hermanos mayores les tomó por sorpresa la noticia.
Vega Salazar, de 65 años, estaba casado con Jeannette Ordoñez Barquero desde hace 41 años. Vivía en barrio Córdoba de San José y deja tres hijos.

OIJ investigará por ser muerte accidental
Daniel Vega explicó que él se encontraba en Multiplaza con la novia, comprándole un regalo a su papá cuando le avisaron que su padre se había accidentado y de inmediato se trasladó al Hospital San Juan de Dios.
Cuando llegó le dijeron que su padre había entrado inconsciente y aunque respiraba bien, no despertó más.
El OIJ abrirá un proceso penal de oficio, para averiguar lo ocurrido. Lo anterior por tratarse de una muerte accidental, afirmó Daniel.
Un amigo del penalista, quien también participaba en el tope, dijo a Daniel que al parecer otro jinete se le atravesó al caballo en que iba su papá. El animal se levantó sobre sus patas traseras por lo que el jinete cayó de espaldas.
Mientras el compañero fue a socorrerlo otras personas que estaban cerca le robaron el teléfono celular y la billetera al amigo que auxiliaba a Vega, explicó.
Ese amigo, que le acompañaba en otro caballo, iba adelante al momento del accidente y cuando volvió a ver ya Vega estaba en el suelo, por lo que su versión la obtuvo de otros caballistas.
Familia espera velarlo esta noche
El hijo del penalista afirmó que en la Medicatura Forense, San Joaquín de Flores, tenían unos 27 cuerpos esperando proceso de autopsia, debido a múltiples accidentes y homicidios ocurridos en estos días de Navidad, lo que retrasó la entrega del cuerpo.
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Esperan velarlo a partir de las 4 p. m. en la funeraria Don Bosco, en el barrio San Bosco, distrito Hospital de San José, donde permanecerá toda la noche y la misa será mañana jueves a las 8 a. m. en la capilla Don Bosco, San José, para trasladar luego sus restos al cementerio Jardines del Recuerdo, en Heredia.
Quería seguir litigando
Cuando el 20 de octubre pasado el litigante Henry Vega cumplió los 65 anos, los compañeros de oficina le regalaron una calcomanía de adulto mayor para que se la pegara al carro y, de esa manera, pudiera optar por algunos de los beneficios que reciben los ciudadanos de oro.
El abogado, muy a su forma de ser, reaccionó incómodo y refunfuñó diciendo que no sólo iba a seguir trabajando y valiéndose por sí mismo, sino que, sobre todo sobre todo, se iba a mantener haciendo lo que más le gustaba hacer.
“Negro”, como era conocido, nunca retiró el carnet de Ciudadano de Oro, un trámite que sus compañeros todos los días le recordaban que tenía pendiente.
A Henry, la muerte lo sorprendió el martes mientras disfrutaba de una de sus mayores pasiones, el montar a caballo durante el Tope Nacional sobre los lomos del Madrileño, el caballo Ibérico que lo había acompañado durante los últimos diez anos, tras haber vendido al Salchichón, con que debutó en este pasatiempo.
Además le gustaba participar en los topes de Palmares y Guápiles y, algunas veces, en el de Alajuela.
Al caballo lo tenía en las cuadras de Lelé Monge en Desamparados y, algunos amigos, le replicaban en son de broma que el marchamo del Madrileño era mucho más caro que el de su carro, porque el animal lo sacaba a pasear si acaso dos o tres veces al año.
Alfonso Ruíz, su socio de oficina por los últimos 16 años, recordó que la última vez que se comunicó con su jefe y amigo fue precisamente anteayer durante el tope, cuando intercambiaron algunos mensajes telefónicos.
“Yo estaba de vacaciones en San Carlos, donde usualmente paso el fin de año con mi familia y la de mi esposa. Los primeros mensajes correspondieron a algunas bromas que nos dimos entre nosotros mientras que el último fue para mostrarle una fotografía que le tomamos cuando era entrevistado por una televisora durante la transmisión del tope”, recordó Ruiz.
El conoció a Vega hace 16 anos cuando defendió al expresidente José María Figueres Olsen (1994-1998) en una causa penal por la venta de unas armas a Israel. Ruiz en ese momento era auxiliar de la Fiscalía de delitos Econónicos y Anticorrupción.
El caso en contra el exmandatario fue archivado.
Vega, producto de su larga trayectoria, fue litigante en casos muy mediáticos y en la actualidad representaba al alcalde de San José, Johnny Araya, en un proceso por presunto tráfico de influencias y en el cual aparece también el magistrado Celso Gamboa.
Al alcalde lo acompañó a la indagatoria, que tuvo lugar durante la primera quincena de este mes, y al final de la audiencia le informó a la prensa porqué Araya había rechazado los hechos.
Igualmente, su oficina representa a Coopelesca, en la causa penal que se deriva del cuestionado préstamo otorgado por el Banco de Costa Rica.
“Don Henry nunca defendió a acusados por narcotráfico, roba carros, secuestradores o crimen organizado, tampoco a imputados por abusos sexuales aunque si llevó procesos a favor de esas víctimas”, recordó Ruiz.
Al morir, le sobreviven su esposa Jenny Ordónez y sus tres hijos Marianela, Adrián y Daniel, el único abogado e integrante de la oficina desde hace 10 años.
Henry era abuelo de cuatro nietos y también tenía un bisnieto.
Uno de los proyectos que lo tenían más entusiasmado durante los últimos meses y, que también era por eso que rechazaba la jubilación y el calificativo de Ciudadano de Oro, era el haber abierto una segunda oficina en San Carlos.
El despacho suyo de toda la vida –con el número 1771 en la puerta—siempre estuvo sobre la avenida 10, frente a la sucursal del Banco Nacional, 100 metros antes de la casa de Matute Gómez.
“Estaba feliz con la oficina en San Carlos, no sólo porque comenzaba a generar trabajo sino porque había quedado decorada de una manera muy elegante y le había gustado mucho la ceremonia de inauguración”, recordó este miércoles Ruiz, mientras realizaba la ampliación de la fotografía que sería colocada sobre el féretro.
Esa foto se la tomaron para ilustrar la página web de la oficina en San Carlos, diseño que no llegó a terminarse ni a poner en funcionamiento, porque se toparon con los ajetreados días previos a la Navidad.
Vega era graduado de la facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica y fue parte de una generación de prestigiosos funcionarios judiciales que alcanzaron puestos de fiscales, defensores públicos e incluso jueces de la República.
El Colegio de Abogados de Costa Rica perdió a su afiliado 2097, el litigante que siempre se preocupó por desenvolverse de manera profesional, respetuosa y amistosa con todas las partes, sin olvidarse nunca de su Deportivo Saprissa, que lo trajo a mal durante las últimas semanas.
Información actualizada a las 5:15 p. m. con información del periodista Rodolfo Martín O.
